Viene a encandilar de nuevo al público porteño con sus canciones impares, ya sean las que alcanzaron la simpleza y contundencia que persigue concientemente al menos en los últimos años o las que en su criterio fracasan por complejas debido a su "ímpetu literario".

En cuatro conciertos consecutivos del jueves al domingo en Café Vinilo -Gorriti 3780- Fernando Cabrera hará aparecer esas obras, varias de las cuales integran su nuevo disco, aún ausente en el país. La placa se titula 432, en referencia a la dirección de la casa de sus abuelos maternos.

l ¿El nombre de la placa indica que son temas ligados a tu círculo más íntimo?

-No, para nada. Viste que mis discos son anticonceptuales, difícilmente tengan un hilo conductor o un nervio central. Son canciones, separadas. Y lo central es que no hago canciones que combinen con otras. Como tantas veces en mi vida, en este caso también son canciones diversas.

l Es más difícil elegir un título así, ¿no?

-En algunas ocasiones le he puesto a los discos el nombre de una canción y en otras oportunidades no, como en este caso. Siempre es difícil encontrar un titulo. Muy difícil. Elegir el nombre me da tanto trabajo y desvelo como la canción misma.

l ¿Qué podés decir de ese contenido diverso?

-Hay cuatro microcanciones, algunas ni llegan al minuto, tocadas solamente por mí en guitarra, aunque en una de ellas me acompaña Martín Buscaglia. Después el resto, las otras nueve están grabadas con mi quinteto (Federico Righi en bajo, Ricardo Gómez en batería Herman Klang en teclado y Juan Pablo Chapital en guitarra) con el cual vengo trabajando hace un tiempo. Están más arregladas y tienen un par de invitados: un armoniquista del mundo del blues que lo utilizo de otra manera, Fede Vaz y un saxofonista muy bueno radicado en Barcelona, el Gato Levín, que puso flauta y la familia de saxos.

l Grabar sólo con la guitarra es llevar al estudio lo que venís haciendo seguido en vivo.

-Sí, es una faceta que muchos me piden, que grabe sólo con la guitarra.

l ¿Son todas recientes o hay algunas de otra época que por ahí terminaste de pulir ahora?

-Hay alguna que pulí ahora. Hay una que tiene bastantes años, que había quedado olvidada. Pero la mayoría son recientes. Y todas son novedad para el público.

l Alguna vez en Vinilo, donde estuviste varias veces, el silencio de la platea parecía reflejar atención, pero también una emoción contenida. ¿El escenario influye en el espectáculo?

-No, para mi los escenarios son todos iguales. No me pongo a contar la gente que hay en la platea. En un estadio, un bar o un teatrito pequeño es igual lo que yo tengo que exponer. Estoy con los mismos nervios, la misma concentración. No importa que haya una sola personas, yo ponga todo, a vida o muerte.

l No te gustará la definición, pero se te puede pensar en parte como un escritor que hace canciones.

-Mirá, no me gusta la definición, pero algo de razón tiene, pero como defecto. Me quedan las canciones a veces excesivamente literarias. La canción popular más bien tiende a ser breve, sintética, con pocas ideas contundentes. Y muchas veces me he olvidado de eso y se me han escapado otras inquietudes, que son literarias. Son ideas como para un cuento o un poema y no siempre es adecuado hacerlas canción.

l Sacaste un libro de poemas (Intro, que salió junto con un DVD con canciones) y alguna vez pensaste escribir cuentos, ¿no?

-Quería ser escritor, me dediqué como quince años a experimentar, a escribir prosa, llenaba cuadernos, inventaba personajes, diálogos. Tenía esa inquietud. Pero después entendí que eso no era para mí. Si me hubiera volcado a literatura habría fracasado. Lo mío es la canción. Pero a veces en la canción se me cuela, se me escapa, ese ímpetu literario y me salen canciones largas, a las que cuesta prestarles atención, aparecen personajes...

l ¿El fanatismo que generás puede tener que ver con eso? ¿Los seguidores más intensos, que en tu caso es un gran porcentaje, no lo serán justo por eso que tomás por erróneo?

-No lo sé bien. Las canciones mías que más gustan no son las que cometen ese error: Por Ejemplo, Dulzura Distante, El Tiempo está Después. Más complejas son otras como Viveza, La Casa de al Lado, Informe sobre Valeria, Ciudad de la Plata.

l Bueno, pero Viveza y La Casa de al Lado son populares. Y muy versionadas, especialmente La Casa de al Lado.

-¿Sabés lo que ha sucedido? Otros músicos más sensatos que yo, como Hugo Fattoruso o La Triple Nelson le podaron estrofas y la canción ganó. Liliana Herrero también la hace más breve. Igual es cierto que también hay público para lo que considero defectuoso.

l Por lo general los autores se enojan si tocan el original.

-Bueno, no te digo que no lo tuve, y hasta cierto disgusto. Pero después comprendí que tenían razón, que me estaban mejorando la canción. Primero sentí que un serrucho la mutilaba y después supe que no. Y lo tengo que aceptar porque yo también agarro canciones de otro y las modifico.

l La intención es alcanzar la simpleza. ¿Lo conseguís? ¿Le sacás estrofas a La Casa de al Lado?

-Sí, esa.es la intención mía. Pero los resultados son otra cosa. Algunas de las canciones nuevas son recomplejas. A La Casa de al Lado a veces sí le saco estrofas. Lo hago cuando estoy más conectado con Liliana... Y cuando me da bronca, no, la canto entera (ríe). Aclara: poné “risas” entre paréntesis.

Aparecen en esta nota:

Contacto

Registro ISSN - Propiedad Intelectual: Nº: RL-2021-110619619-APN-DNDA#MJ - Domicilio Legal: Intendente Beguiristain 146 - Sarandí (1872) - Buenos Aires - Argentina Teléfono/Fax: (+5411) 4204-3161/9513 - [email protected]

Edición Nro. 15739

 

Dirección

Propietario: Man Press S.A. - Director: Francisco Nicolás Fascetto © 2017 Copyright Diario Popular - Todos los derechos reservados