Se lució en la comedia Extraña Pareja y piensa en volver a Telefé

Galán de galanes, Gustavo Bermúdez (50) está en su mejor momento. Aplomado, regresó al teatro después de veinte años de ausencia. Papá de dos jóvenes adolescentes, divorciado, se luce en Extraña Pareja, comedia que se presenta en el teatro Candilejas.

"El volver al teatro después de veinte años me generaba mucha incertidumbre. Quería saber cuál iba a ser la respuesta de la gente. Si iban a venir a ver la obra y cómo la pasarían. La ansiedad y los nervios me condicionaron mucho.Recién cuando me afiancé más con la obra, ya transitando los ensayos, la vi bien. Y al ver que la gente la pasaba muy bien, me relajé del todo y empecé a disfrutar. Yo no estoy asociado al género comedia, no se esperan de mí este tipo de personajes. Es una experiencia nueva que la gente se ría con lo que hago arriba del escenario. Hace varios años que venía recibiendo propuestas para volver al teatro y decía que no. Quizá, tenía que ver con que necesito que el guión me convenza mucho. Tanto en Somos Familia, la novela que recientemente hice para Telefé como en Extraña Pareja, los textos me convencieron. La pasamos muy bien en las funciones, nos divertimos muchísimo con todo el elenco (Miguel Angel Rodríguez, Luly Drozdek y Gisela Berger). Y se percibe que la gente la pasa bien. Como actor, eso te alimenta más que cualquier otra cosa. El vivo, el contacto directo con el público, es sensacional, impagable", destacó el artista.

-¿Te reconocés obsesivo como lo es tu personaje en la comedia, que tiene manía por el orden?

-El personaje de la obra está llevado a un extremo. Yo no soy tan así. Igual, me reconozco ordenado, limpio, que me gusta el orden. Me defiendo solo en los quehaceres domésticos, no necesito que nadie venga a hacerlos por mí. Me fui a vivir solo cuando tenía diecisiete años, así que estoy acostumbrado a limpiar, ordenar, cocinar, ir al supermercado y pagar los impuestos. Y si estoy enfermo, llamar al médico solito. Incluyo, emponcharme e ir a comprar la medicación. A esa misma edad, cuando todavía era adolescente, también entendí lo que es tener fiebre. Tomarte un bondi para ir a trabajar, volver y cuidarte solo. No es que me encante hacer todas esas cosas pero no tengo ningún problema en hacerlas. No estaría ni tendría nunca a una mujer a mi lado porque me haga los quehaceres domésticos. A mi mujer, en su momento, le pedí que evitase cocinar y trataba de que una persona la ayude.

-Si te ofrecen volver a trabajar con Andrea Del Boca con la que hiciste tantos éxitos o con Araceli González, con quien protagonizaste la recordada Nano, ¿A quién elegís?

-Es muy difícil elegir si no tenés una historia. Creo que hay historias para Andrea Del Boca que no las podría hacer Araceli. E historias para Araceli que no las podría hacer Andrea. Las dos son buenas profesionales. Con Andrea hicimos tres novelas y trabajamos muy bien. En verdad, con las dos hice trabajos que funcionaron muy bien y que al día de hoy la gente nos sigue hablando de ellos. Son novelas que las pasan en Volver y en otros países del mundo. 

"El amor es el arma con la que se sale de cualquier dolor"

¿Seguís apostando al amor?

Si, siempre hay que amar. Hay que amar a una pareja, a los amigos, compañeros de trabajo, familia. Es con el arma con el que se sale de cualquier dolor. Es el remedio que cura cualquier mal. De cualquier frustración, mal momento, dolor por una pérdida, poniéndole amor es como se sale. Nunca vas a salir de un lugar doloroso con rencor, bronca. Al contrario, te vas a quedar anclado. Insisto, lo único que te va a sacar de un mal momento de la vida es el amor.

-Se te suele ver vestido con looks cancheros, ¿estás pendiente de la estética?
-Soy muy austero con mi vestuario. Me podés llegar a ver casi siempre de jeans y remera blanca. Por lo general, solo cambio de color de calzado, me divierte más jugar con el color de los zapatos. A veces, me cargan porque me pongo un zapato amarillo, una zapatilla amarilla y naranja, puedo estar años enteros usando lo mismo. Si tengo que ir a determinado lugar, tal vez puedas verme con una camisita pero nada más. No soy de acumular ni comprar. Algunas cosas que tengo son de amigos que tienen fábrica.

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