Y finalmente, después de 365 días de cruel espera, llega a los cines Avengers - Endgame, quizás la película más esperada de la década, sobre la que mucho se ha hablado, más se ha escrito, y especulado a más no poder.
Y hay que decirlo: la espera ha valido la pena, no sólo porque los directores Anthony y Joe Russo han estado a la altura de las circunstancias en cuanto a las expectativas de los fans, sino porque también se las han arreglado para llegar al estreno con la mayoría de los secretos del guión a salvo (algo casi imposible en los tiempos que corren) y con una colección de viñetas memorables en fílmico.
La película comienza algunos días después del final de Avengers Infinity War, cuando el villano Thanos chasqueó los dedos tras obtener las seis “gemas del infinito” y logró su objetivo de eliminar al 50 por ciento de la población del universo. Por cuestiones técnicas, los Avengers logran dar con el villano y empieza una batalla que concluirá… ¡cinco años más tarde!
Sí, la acción da un salto en el tiempo, y muestra nuevas versiones de estos queridos personajes, todavía en busca de una solución al drama que los acongoja, pues muchos de ellos han perdido seres amados en un abrir y cerrar de ojos.
Pero no es cuestión de revelar la trama completa de esta película, que tiene una duración de casi tres horas, sino el enorme trabajo que se ha tomado la producción para reconstruir escenas y escenarios de las anteriores películas con el fin de llevar al espectador a un paseo por la historia del Universo Cinematográfico de Marvel.
Asimismo, hay todo un mensaje que demuestra claramente que Marvel está ingresando a la "era la diversidad" en sus películas (ya llegó "Black Panther", " Luke Cage" y en breve lo hará " Shang Chi") y empoderando a sus heroínas como nunca antes, todo eso en medio de una batalla monumental que toma casi casi un tercio del film y que refleja como nunca una película lo hizo antes el verdadero espíritu de las luchas multitudinarias de superhéroes. Es un momento que cualquier fan de los comics protagonizados por estos héroes ha esperado por toda su vida, y que hace rodar las lágrimas por la mejilla por lo emotivo, épico y magistral que resulta su puesta en escena. La magia visual alcanza, en este momento, un nivel casi tan alto como los poderes del Doctor Strange.
Pero cuando los ruidos de la batalla concluyen, comienza quizá la etapa más difícil del film: la despedida. Ocurre que el estudio debe renovar su franquicia, y por eso es la hora de que se hagan cargo de todos los nuevos héroes, esos que han estado apareciendo de a poco, intercalados entre los “pesos pesados”, llevando las cosas a un “fin de ciclo”. La falta de escenas post-créditos dan cuenta de este final precipitado de la “fase 3”, aunque será Spider-Man Lejos de Casa (Spider-Man Far From Home, 2019) la película que lo cierre definitivamente en julio.
Con el “hype” (como denominan los norteamericanos a las grandes expectativas) al 400 por ciento, es difícil hacer una evaluación total de esta verdadera odisea fílmica, que tiene errores entre sus muchos aciertos, que será difícil de igualar en el futuro y que, desde ya, se puede decir que ha alcanzado un lugar en el panteón del género junto al Superman de Christopher Reeve y al Batman de Tim Burton.