Más de 40 mil fanáticos -en su mayoría mujeres- vibraron anoche con Bon Jovi en Vélez Sársfield. El grupo norteamericano presentó finalmente su espectáculo Because We Can en el estadio de Liniers ante una multitud enfervorizada.
El recital comenzó puntual con música instrumental para crear el clima que permitió la entrada -entre suspiros y ovaciones- de su líder Jon Bon Jovi. Con campera de cuero y jeans, el músico arrancó con el tema That's What the Water made Me, de su nuevo álbum. Luego siguió con el clásico You Give Love a Bad Name, pero tuvo que interrumpir la canción, pues se descompuso una chica del campo, pegada a la valla. Dio instrucciones en inglés para que se la gente se corriera: "Esta noche tenemos que estar bien", dijo. Después de unos minutos retomó el mismo tema y ya el clima estaba dado.
El concierto, que duró casi tres horas, tuvo de telonero a Nickelback, que durante una hora deleitó al público con sus éxitos para luego, a partir de las 21, dar paso a Bon Jovi.
Pese a que el guitarrista, Richie Sambora, no se sumó a esta gira por una pelea y a los problemas de salud del baterista Tico Torres que obligó a posponer parte de la presentación sudamericana de la banda estadounidense, el público respondió con mucho entusiasmo y energía.
Entre los temas ejecutados, se destacaron clásicos que han marcado sus tres décadas de carrera como Always, It's my Life, Livin' on a Prayer y algunos nuevos de su última placa What About Now, como Because we Can.
De esta manera, la agrupación pudo concretar finalmente en la cancha de Vélez la postergada actuación que, originalmente, iba a concretarse el pasado 15 en el Estadio Unico de la Ciudad de La Plata. Fue ésta la quinta visita de Bon Jovi a la Argentina, donde además sumó como teloneros a la banda local llamada Rush and Roll, quienes prepararon el terreno para un show rutilante al estilo de los que Bon Jovi tiene acostumbrados a sus fans.i
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