Mirones, menú exótico y nudismo: hace 25 años, Moria Casán inauguraba Playa Franka

Se trataba de un sitio muy bien protegido en el que se daba cita la farándula de revistas y los curiosos no tenían lugar. Fue el 10 de enero de 1994 cuando Moria inauguró el balneario que se mantuvo activo por alrededor de una década; pero que aún permanece en el recuerdo de los argentinos por lo novedoso de la propuesta.

“En una terraza que presupone ser privada, al menos por el momento, Moria Casán recibió a la gente de los distintos medios que se hicieron presentes con motivo del evento de lo que se perfila como el lugar top de la presente movida marplatense”, decía la cobertura de DIARIO POPULAR de ese entonces.

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Desde muy temprano, una multitud copó el lugar para palpitar la llegada de los famosos invitados de Moria, que llegó cerca del mediodía con Vadalá y la hija de éste. “Moria, que lucía un pantalón de gasa color fucsia y un diminuto corpiño que dejaba ver sus redondeces, se instaló en un sitio privilegiado, desde el que se puede observar todo el perímetro del balneario”, completa la cobertura. “Espero que la gente pueda gozar de una temporada brillante, lejos de las inhibiciones y de los preconceptos, distante de los prejuicios y más cerca de la libertad. En realidad, quiero que Playa Franka sea un lugar en el que uno pueda sentirse libre, sin estructuras ni ataduras”, dijo Moria en la apertura de la primera playa nudista oficial del país.

Consultada sobre la posibilidad de ser la primera en practicar el nudismo, ella contestó: “Yo ya mostré mucho a lo largo de mi vida. Creo que es el momento de empezar a taparme, aunque no tengo ningún inconveniente en quitarme el corpiño. Cuando tenga ganas no voy a dudar en hacerlo. De cualquier manera considero que la cuestión pasa más por sentirse libre e independiente que por mostrar unas lolas”, contó la actriz de “Tres minas fieles” que iba por el Canal 9 de Alejandro Romay.

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Y a pesar del desconcierto inicial, las dudas sobre la concurrencia a la playa se disiparon cuando comenzaron a aparecer los primeros nudistas. POPULAR pudo hablar con Sandra, una mujer que por entonces contaba con 24 años, que sentía como “natural” el “hecho de poder mostrar el cuerpo en libertad”.

Sin embargo, el cronista destacó el tenso momento que vivía cada mujer que se animaba a quitarse la parte superior de su bikini ya que ante cualquier aproximación para hacerle una pregunta, el lugar se llenaba de curiosos que “prácticamente se le echaban encima para observarla con detenimiento”.

Desfile inaugural

Por la tarde, a las 17.15, dio inicio un desfile inaugural en una de las terrazas de Playa Franka, en el que bellas modelos lucían diminutos bikinis mientras los curiosos seguían agolpándose a la espera de que Moria les indicara que cumplieran con las reglas del balneario. Sin embargo, la One (que no era tal por ese entonces) simplemente se acercó a un micrófono y expresó su deseo de que ese momento “sea el inicio de una buen año para todos y de una mejor temporada” que la de 1993. El deseo de Moria se iba a quedar en eso, porque al decreciente turismo en La Feliz –debido a que muchos turistas optaban por el extranjero con el “uno a uno”- se le sumó que ese año, los clásicos del fútbol argentino fueron trasladados a Mendoza.

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El desfile fue caótico. Organizado por Héctor Vidal Rivas, la enorme concurrencia puso en peligro la estabilidad del lugar debido a que el piso estaba hecho de decks de madera, que apenas podían resistir el peso de tanta gente. La insistencia que pusieron los organizadores en alejar un poco a la gente, lograron que no se tenga que lamentar ni daños ni heridos.

Finalmente, Moria y un grupo de modelos, se acercaron al mar sosteniendo una ofrenda floral que dejaron flotando, con la esperanza de que el lugar tuviera su bautismo.

Los famosos no se desnudaron pero asistieron

De acuerdo a la crónica de esa época, varios famosos como Enrique Pinti, Juanito Belmonte, Mónica Gonzaga, Guillermo Bredeston y Nora Cárpena (compañera de Moria en Brujas) se acercaron a disfrutar de la inauguración del balneario. “Estoy absolutamente a favor de este tipo de playas. Hay que sacarse de una buena vez la careta de hipócritas que tienen algunos sectores de nuestra sociedad y dejar de mirar al otro y asumirse uno tal cual es”, dijo Pinti en aquella ocasión.

También fueron de la partida, cantantes y vedetes como Nancy y las Guerreras, las Cheyenes que acompañaban a Alejandra Pradón en la revista Danza con Bobos; y la vocalista Diana María. Silvia Suller prometió su presencia pero se le fue la mano al negociar un cachet de 5 mil dólares que le resultó prohibitivo a los organizadores; y eso la dejó afuera del evento.

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Un menú a tono

Como no podía ser de otro modo, el menú que ofrecía la playa de Moria se componía de platos cuyos nombres, obviamente, guardaban relación con el entorno del restaurante; en cuyas paredes se podían apreciar cuadros y dibujos de las zonas genitales de los cuerpos de mujer y de hombre.

En lo referente a las entradas se podía optar por degustar una "Picada Gaysoline" (en referencia al bar gay que regenteaba Moria por ese entonces), una "Copa Playa Franka" o hincar el diente en una "Picada Brujas", que contenía milanesa, matambre, lengua, maníes, salchichas, aceitunas, quesos, porotos, berenjenas, jamón y ensalada rusa.

La variedad de ensaladas incluía "Qué fuerte que está esa mina”, "Sacate el corpiño", (apio, nueces, ananá y manzana), o “Qué lindo chongo” (tomates, palmitos y huevos)

Para picar algo, había minutas denominadas de la siguiente manera “No me importan mis rollos” (milanesa con papas fritas y huevos), “Sacate el slip* (milanesa con banana frita, crema de choclo, morrones y papas fritas) o el “Plato Moria” (pollo con salsa de champagna, papas fritas, zanahorias y chauchas).

Finalmente, las pastas incluían “Fuera de censura” (ñoquis con salsa a elección) , en tanto que los sándwiches se presentaban como "hamburguesa erótica", “Lomito topless” o el “Lomito quelola”, así como suena. Los precios de éstos últimos oscilaban (preste atención) entre los 3 y los 8 pesos.