A la buena recepción que tuvo esta versión de la cinta de 1960 de Daniel Tinayre a cargo del realizador de El Estudiante, se agrega el modo como la crítica resaltó el trabajo de Fonzi, protagonista excluyente del film que en la versión original interpretó Mirtha Legrand.
El diario francés "Liberatiòn" habló por ejemplo de Paulina como "un personaje de una terquedad maravillosamente encarnada por la excelente Dolores Fonzi a través de su mirada tensa".
Mientras que Le Monde remarcó: "Hacía falta una actriz extraordinaria para hacer de esta película algo que no fuera simplemente un alegato político en favor de los marginados. Con infinita generosidad, Dolores Fonzi, nos permite comprender el progreso de un pensamiento con el cual la película se materializa".
Sumándose a este coro unánime, la revista especializada "Hollywood Report" -que durante el festival realiza una edición diaria exclusivamente dedicada a Cannes- dice: "Conducida por una poderosa performance de Dolores Fonzi, Paulina (que es el nombre del personaje pero también el título que el film adoptó para su distribución internacional) evita las respuestas directas y prefiere una observación que interroga".
El mismo artículo agrega: "Fonzi cautiva en un papel exigente en el que el personaje restringe sus emociones, incluso en circunstancias dramáticas, manteniendo sus sentimientos inescrutables".
Sentada en un bar en la playa que mira al Mediterráneo, donde realiza las notas el día posterior a la exhibición del film, Fonzi dice que está contenta con la manera en que fue recibida la película y también su interpretación y especialmente con haber logrado materializar lo que el personaje demandaba.
"Estar en Cannes representa muchas cosas, es uno de los eventos cinematográficos más importantes del mundo y claramente me da alegría que la película se haya estrenado acá, guste y también se elogie mi trabajo, pero la mayor satisfacción que tengo con La Patota tiene que ver con la sensación de la labor cumplida", cuenta Fonzi. "Por muchas causas: el tipo de escenas, la intensidad dramática del relato, aquello por lo que pasa y el modo como lo atraviesa, Paulina era un personaje muy complejo, por eso ver la película por primera vez con el público y sentir que todas las piezas encajaron a la perfección y que eso generó una reacción positiva fue lo más fuerte", agrega.
Sobre la construcción del personaje, la actriz cuenta que tuvo cerca de una año de preparación entre lectura del guión, comentarios y ensayos y películas como White Material, de Claire Dennis; Europa 51, de Roberto Rossellini y El Hijo, de los hermanos Dardenne. No vio la versión de Legrand, porque no le dejó el director. Al regresar a Buenos Aires sí la verá. "Me muero de ganas", dice.
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