Como ningún otro antagonista del Universo Star Wars, el Emperador Palpatine representa todos los vicios del Lado Oscuro de la Fuerza. Su presencia a lo largo de la trilogía original (y su irrupción en las precuelas) fue vital para torcer las voluntades de aquellos con potencial para transformarse en Jedi legendarios. Y, a pesar que se lo creyó muerto, su risa hacia el final del trailer de Episodio IX augura su regreso.
Su inesperada reaparición se encargó de enloquecer a los fanáticos que comenzaron a desarrollar teorías. Una de las curiosidades que recobró importancia fue el desempolvamiento del cómic Dark Empire (1994) –que actualmente no pertenece al canon oficial de la franquicia- en el cual un clon suyo dice presente después que el "original" fuera empujado por Darth Vader al eje de un reactor de la Estrella de la Muerte en Star Wars: El Regreso del Jedi (Star Wars: Episode VI - Return of the Jedi, 1983).
Su vuelta confirma una cosa: al director y guionista J. J. Abrams le cuesta que la saga avance hacia adelante y vuelve a recurrir a la nostalgia como su arma más fuerte para atraer a los "Warsie". La estrategia funcionó en El Despertar de la Fuerza (Star Wars: Episode VII - The Force Awakens), pero quizás no sea suficiente como epílogo de la familia Skywalker.
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