Personalidades del mundo del espectáculo, entre ellas las actrices Susana Giménez y Mirtha Legrand, despidieron ayer al humorista Juan Carlos Calabró, velado hasta la noche en una casa funeraria, en la Capital Federal.
Figuras del arte y los medios, además de amigos y familiares, se congregaron ayer en avenida Córdoba 5084, en el barrio de Palermo a partir de las 16, para despedir al actor, que falleció en la madrugada de ayer a los 79 años.
Susana Giménez, Mirtha Legrand, Carlos Rotenberg, Carmen Yazalde, Nora Cárpena, Doris del Valle, José Luis Gioia, Irma Roy; además de las hijas de Calabró, Marina e Iliana, y su esposa Aída Elena Coca Picardi, estuvieron presentes en el adiós.
El entierro de los restos de Calabró será hoy. El cortejo fúnebre partirá a las 11 desde la casa funeraria y se dirigirá al Panteón de Actores del Cementerio de la Chacarita.
Ayer, en el velatorio se multiplicaron los testimonios de congoja. "Hoy me traje el anillo que regaló el Cala. El siempre hacía regalos. Se fue uno de los últimos grandes del humor. Era un tipo muy tierno. Se hacía el duro pero era muy tierno. En una revista que hacíamos, Sexcitante, que fue brutal, él todos los días llegaba y me ponía un chocolate en mi dressoir de maquillaje y se iba al camarín. Hacía cosas así", recordó Giménez al llegar al velatorio. "Cala jamás dijo una mala palabra en su vida. No la necesitaba. Era distinto que (Jorge) Porcel, por ejemplo. Alberto (Olmedo) tampoco decía mucho, pero él no necesitaba tampoco", agregó.
Para Susana, "el Cala te hacía reír con sólo verlo a los ojitos de él. El amor de él con Coca era igual al de Romeo y Julieta. ¡Gracias a Dios que este año se le dio un Martín Fierro a su trayectoria!", reflexionó.
Por su parte, Legrand recordó su estrecho vínculo con el actor, de quien dijo "ser amiga" y puntualizó su rutina "de salir todos los sábados con él, su esposa y Rotenberg. Era muy coqueto y muy serio, nunca lo vi reír a carcajadas. Estoy dolida, conmovida y me quedo con su sentido de la amistad", apuntó la conductora.
Tristán fue un compañero en los primeros 20 años de carrera con Calabró: "Me acuerdo que los dos fuimos juntos a hacer un casting que los tomaba el temible Camarota. Fuimos juntos a rendir, primero quedé yo y después lo aprobaron a él. Nos hicimos tan amigos que salíamos con nuestras parejas. Las cenas en Fechoría, desde 1961 en adelante, fueron nuestros encuentros después de la función de teatro. El siempre con Coca. A mí ahora los recuerdos me brotan. Para la prueba con Camarota nos temblaban las piernas", recordó el colega.
Gabriel Goity tuvo un grato recuerdo de cuando él cursaba en el Conservatorio de Arte con la hija mayor de Juan Carlos, Iliana: "Yo no voy a perder nunca su recuerdo como espectador por lo feliz que me hizo. El venía casi siempre a buscar a Iliana al Conservatorio y cuando íbamos a tomar algo después, Cala se sentaba a la distancia y nosotros agradecidos porque decíamos: 'Paga Iliana'. Nunca nos dejó pagar Cala todas las veces que él iba. Los argentinos tenemos un ejemplo de humor. El tenía su estilo, sus logros tuvieron una gran jerarquía y gran popularidad".
Marina, entre el dolor y el deber profesional: habló en Infama
Desolada, sin consuelo y dolorida por la muerte de su padre, Marina Calabró trabajó hasta último momento porque para ella ése era el mejor homenaje que le podía hacer a Juan Carlos Calabró. Ayer murió a solas con la mujer con quien compartió sus últimos 52 años de su vida, Coca.
Marina recordó la última escena familiar en el hospital. "Yo y mi hermana (Iliana) nos íbamos y se quedaba Coca. Iliana quería quedarse y en broma dijo: 'No te vas a ir cuando yo no esté...'. Hoy (por ayer) Iliana me dijo: 'Papá nos c...'".
La panelista de Infama afirmó que "el último tramo de la enfermedad de mi papá fue muy doloroso. Mi papá por lo único que no bajó sus brazos fue por nosotras. El la peleó hasta el final con un gran temple y con una gran entrega. Su última batalla fue el regalo que nos dejó a nosotras".
Marina contó que siempre sintió admiración por su padre: "Yo no quería dejar de trabajar en Infama porque sentía que para él era una gran alarma. A él le encantaba verme en televisión. Mi padre casi siempre estuvo lúcido y yo no quería generar preocupación ni en mi papá ni en la gente que lo quiere".
"A mí papá se lo va a recordar por lo que hizo en su vida. El dejó un gran legado en el humor popular", dijo muy emocionada Marina. En cuanto a su madre Coca, señaló que "ella ahora está aturdida. Mi madre cayó que era el final el sábado cuando una amiga mía le propuso si quería hablar con un cura, uno del colegio que fuimos Iliana y yo, y ella aceptó. Para mí ese hecho era el primer indicador de que sabía que el final era inminente. Hoy (por ayer) Coca está un poco aturdida".
Juan Carlos Calabró siempre creía que de las malas se salía. Este año desde febrero hasta noviembre en varias ocasiones debió internarse. Pero Marina pese al estado crítico de su padre no quiso dejar ninguna cuenta pendiente. "Yo quise que conociera a Martín (Albertch) -su novio reciente que trabaja en el área de Marketing de América- y mi papá nunca perdió el humor. Apenas lo vio, le dio la mano y le dijo: 'Muchacho, lamento en las circunstancias que nos conocemos'".
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