El faltazo que pegó Barcos generó malestar de parte de la dirigencia encabezada por Raúl Gámez y el cuerpo técnico, ya que si bien Vélez no es dueño de su pase -lo es Sporting de Lisboa-, tiene contrato hasta junio.
Con poca participación en el primer semestre de la temporada, el delantero no se siente del todo cómodo en Liniers y sumado al interés de varios equipos por él, su partida es casi un hecho.
Sporting de Lisboa, dueño de su pase, ya charló con Atlético Nacional de Colombia -campeón de la Libertadores y subcampeón de la Sudamericana- para cederlo a préstamo.
Entonces, solo quedaría arreglar su rescisión de contrato con Vélez, algo que según el entorno del jugador estaba hablado de palabra y encaminado, pero hay enojo de los dirigentes por no presentarse a entrenar.
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