El 14 de mayo, Germán Lux jugó su último partido en Deportivo La Coruña y empezó a hacer los bolsos para regresar al país. Y esta vez, su regreso sería definitivo.
Unas semanas después, al aterrizar en Ezeiza con su esposa y sus dos hijos españoles de 4 y 8 años, mientras realizaba los trámites en la aduana para la mudanza internacional, un empleado fanático de River se sacó unas fotos y le preguntó qué iba a hacer. Poroto no se anduvo con vueltas: “Regreso al país y quiero terminar mi carrera acá”. Y, entre selfie y selfie, dejó en claro que el lugar era River.
El tiempo pasó como flecha y Lux, tras pasar unos días en su pueblo en Carcarañá, agarró su celular y llamó a Marcelo Gallardo, de quien fue compañero y con quien se había reunido hace un año y medio.
Aquella vez, el DT le había dicho que tenía las puertas abiertas para volver, que se estaba por ir Marcelo Barovero, que se sumara para ser suplente de Trapito y que luego era titular para darle tiempo a la preparación de Augusto Batalla. La idea al arquero le gustó, pero tenía contrato firmado con Mallorca y su vida familiar estaba armada en ese momento en España.
No fue el tiempo para su regreso, pero habría segunda chance. Poroto dijo que estaba para volver, que quería sumarse al proyecto, que no tenía problemas en ser suplente y que su deseo era terminar la carrera en River.
El entusiasmo del arquero de 35 años contagió a Gallardo, quien le dijo que se sentara a hablar con Enzo Francescoli y la directiva para cerrar un contrato y sumarse la semana que viene. Al punto que hasta no descartaron la chance que vaya al banco en el primer partido de octavos de la Copa ante Guaraní el 4 de julio en Asunción. River ya tiene uno de los tres nombres para cambiar en la lista de buena fe, que no se puede cambiar luego hasta semifinales.
Gallardo consigue de este modo un arquero que conoce el arco de River y que viene en competencia con 150 partidos en el lomo durante su trayecto por España, donde jugó primero cuatro temporadas en Mallorca, del 2007 al 2011, y otras 6 temporadas en Deportivo La Coruña, donde ascendió y fue un referente con 113 partidos.
De su etapa en River está el recuerdo del debut en febrero del 2002 ante Talleres: con ese equipo salió campeón siendo suplente de Ángel Comizzo, pero el día de la vuelta ante Quilmes fue titular. Luego volvió a ser suplente de Franco Costanzo, que había vuelto de una lesión, pero con la llegada de Mostaza Merlo fue el primer arquero toda la temporada.
Cuando Daniel Passarella se sentó en el banco millonario, mantuvo la titularidad un tiempo y luego, para 2007, el Káiser lo desafectó del plantel y se tuvo que ir de River. Lo hizo con más de 60 partidos y tres títulos en el bolso.
Con la Selección nacional fue parte del equipo Sub 20 campeón Mundial 2001, y luego medalla de oro en Atenas 2004 como titular.
Las estadísticas respaldan la idea del DT de tener un segundo arquero que le dé otra fortaleza a Batalla para saber si puede levantar el rendimiento o si pierde el puesto con un arquero experimentado. Ahora el Muñeco ya no busca un “12” como solían decir cuando arribó Enrique Bologna y la idea era bancar a Batalla. Ahora buscaban otro “1” y lo encontraron con un arquero de la casa.