El atacante irá de arranque este domingo, cuando Boca visite a San Martín de San Juan. El cuerpo técnico lo extraña: es el futbolista más desequilibrante del plantel.

Ricardo Centurión llegó a Boca rodeado de dudas. Venía de Brasil y no tenía continuidad. Antes, había pasado sin éxito por el Genoa de Italia. Solamente en Racing mostró piezas de su categoría, de su capacidad para desequilibrar partidos. Guillermo Barros Schelotto apostó por él a mitad del año pasado. Adentro de la cancha le dio resultados. Afuera de la cancha es una bomba de tiempo. Este domingo podrá volver a contar con él para visitar a San Martín de San Juan.

"Centurión juega bien por el costado, por el medio. Tiene una muy buena lectura del partido y jugada. Y sumó gol por la libertad. Es un jugador que sin dudas va a crecer", dijo el Mellizo en una conferencia de prensa en febrero. El cuerpo técnico lo valora. En el esquema que imponen, con mucho ataque por los costados, Centurión se luce. Tiene las condiciones para hacerlo: desfachatez para buscar el mano a mano, velocidad para escapar de sus marcadores, y calidad para encontrar el pase justo.

Centurión gambetas

Toda su jerarquía la potenció con goles: convirtió cinco en 16 encuentros jugados en Boca, y sirvió dos asistencias. Marcó en el Monumental, en la victoria de Boca sobre River en el último clásico, y no se achicó en la mayoría de los partidos trascendentales que jugó el Xeneize durante sus primeros seis meses en el club. "Puede darle muchas satisfacciones a su equipo. Le sobra valentía", dijo Edgardo Bauza, entrenador del seleccionado. El Patón le presta atención a sus partidos.

La adaptación en Boca no le trajo inconvenientes. Incluso, con la salida de Carlos Tevez, pidió la 10. Guillermo se la dio: "No le pesa, para nada". Diego Maradona también coincidió con la decisión de darle el histórico número al juvenil: "A Centurión le queda muy bien la 10", manifestó.

En junio finaliza el préstamo de Centurión y deberá volver a San Pablo, el equipo dueño de su pase. Él quiere quedarse. En las últimas semanas, cambió su comportamiento y apuesta por tener una imagen correcta afuera de la cancha. Barros Schelotto también busca retenerlo: "Pedí que se quede. Están trabajando en eso", apuró a Daniel Angelici. El Tano, si desea conservar a Ricky, debe invertir U$S 6.500.000 para comprar su pase, según la opción de compra acordada en la cesión.

Todavía le quedan algunos meses para demostrar lo que a esta altura parece claro: que Centurión tiene recursos para brillar en Boca.

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