Armani (7): Siempre ofrece seguridad. A los '17, estuvo atento y metió su mano salvadora para sacar un fierrazo de Mac Allister con destino de red. A los '75, otra vez fue exigido, esta vez por un remate picante de Toto Salvio.
Montiel (6): Pocas intervenciones en la primera etapa, pero estuvo firme para contener a Reynoso. En el complemento se animó a proyectarse y su velocidad fue fundamental para la intensidad que mostró el equipo. Casi mete un golazo a los '54, cuando intentó meter un centro picante que terminó estrellándose en el travesaño.
Martínez Quarta (6): A los '23, tuvo una distracción que podría haber salido cara: perdió una pelota que no pasó a mayores por la impericia del rival. El resto del partido estuvo concentrado en todas las jugadas en las que la visita atacó por su sector.
Pinola (6): Bien con la cabeza para anticiparse y mucho mejor cuando pasó al ataque en la primera etapa. Con sus pelotazos dirigidos a los atacantes, el defensor se encargó de encontrar espacios que pusieron a prueba el planteo de Boca. Como de costumbre nunca dio una pelota por perdida y cerró con fiereza cuando fue necesario.
Casco (8): Arrancó impreciso, pero con el correr de los minutos se lo notó con el desparpajo habitual a tal punto que se convirtió en la figura de la noche. Picante en las subidas -Soldano nunca lo pudo parar- y prolijo en los cierres –a excepción de una jugada en la que Wanchope le ganó muy bien la posición adentro del área-. Rápido y valiente, trasladó, marcó y jugó.
Enzo Pérez (7): Siempre bien ubicado, el volante central acompañó el ataque y estuvo atento en defensa. Entendió su función. Supo contener a los mediocampistas visitantes y no se mandó en ofensiva desmesuradamente. En su caso aplica esa frase hecha de un "termómetro en la mitad de cancha".
Ignacio Fernández (7): No logró imponer su juego en el primer tiempo y se lo vio incómodo por la izquierda durante varios pasajes. Sin embargo, en el complemento, cuando Gallardo lo cambió de banda, todo cambió: Nacho fue ese jugador al que muchos consideran el más destacado del fútbol local. Se apropió de la pelota y culminó una jugada que él mismo comenzó para poner el 2-0.
Palacios (6): No participó tanto, pero cuando lo hizo fue con la calidad habitual. A los '41, sacó a relucir su inteligencia y, cuando todos se apuraban, se enfrió para ponerle un centro a Borré que casi termina en gol. Después hizo las pausas necesarias e intentó hacer esos pases entre líneas que lastiman a los rivales.
De la Cruz (7): Siempre se mostró dispuesto a comandar los ataques y exigió al máximo a los rivales. Al cierre del primer tiempo, ejecutó muy bien un tiro libre que Andrada supo resolver tirando la pelota al tiro de esquina. Curiosamente no estuvo fino cuando pateó los córners. A diez del final, se fue extenuado tras un despliegue impresionante.
Borré (6): A los '7, el colombiano tuvo el temple necesario para cambiar por gol un penal que le habían cometido a él mismo. Tras ese momento crucial, las pocas veces que intervino en el juego no estuvo fino –incluso desperdició un contraataque-. Al cierre de la primera etapa sacó una buena volea que supo contener Andrada. A los '65, se fue reemplazado por Scocco.
Suárez (6,5): En la primera etapa, cada vez que agarró la pelota, el ex Belgrano le imprimió velocidad y buscó conectar con Borré. En la segunda estuvo lúcido para tomarse el tiempo necesario y habilitar a Nacho Fernández para que extienda la ventaja. Intervino en casi todas las jugadas de peligro.
Scocco (7): Con la frialdad de siempre, su ingreso aportó serenidad. Hilvano varias jugadas que no prosperaron por la cantidad de piernas xeneizes que había en el área. A los '76, casi pone el 3-0 con un cabezazo defectuoso. Se lo ve en plena forma.
Pratto: Sin tiempo ni intervenciones como para calificar.
Marcelo Gallardo (7): Ante un rival de mucha jerarquía, su equipo siguió siendo ese que mete miedo al contrario e impone condiciones. La única diferencia con el reciente clásico por Superliga fue que esta vez la pelota entró. Moldeó un River que tiene su mentalidad ganadora.
El VAR, otra vez en el centro de las críticas por una penal cobrado tarde
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