París Saint Germain reforzó la seguridad en el domicilio de Lionel Messi en París, tras la agresiva manifestación de los hinchas del equipo parisino quienes en la víspera insultaron al campeón mundial y los dirigentes en la sede de club.
Y, además, agregaron efectivos en el Camp des Loges, el centro de entrenamiento del PSG, en el domicilio del brasileño Neymar, quien tampoco goza de la simpatía de los hinchas, indicó RMC Sports.
Los hinchas de PSG se juntaron en las puertas del estadio Parque de los Príncipes y, luego, frente a la sede de la entidad, en Boulogne-Billancourt para manifestarse contra el equipo, y en especial, contra el rosarino, sancionado con dos semanas sin goce de sueldo y sin posibilidad de entrenarse por viajar a Arabia Saudita sin consentimiento.
En principio, los hinchas pensaban fustigar a los accionistas de la institución, que no consigue la ansiada Liga de Campeones, pero con el correr de los minutos apuntaron contra Messi y comenzaron a cantar "Messi, hijo de p..." en español.
También un centenar de hinchas se congregaron delante del domicilio de Neymar, lesionado hasta final de temporada, en Bougival, en periferia de París, entonando cánticos hostiles como "Neymar, lárgate".
Además, le pidieron al jeque lo siguiente: "Deshazte de los jugadores parásitos: es hora de limpiar el vestuario. Demasiados jugadores bajo contrato están presentes hasta la fecha solo para recibir el salario y no por ambición deportiva. ¡Respetar al PSG también es saber dejarlo! No dudaremos en hacérselo saber".
La problemática coyuntura determinó que el PSG emitiera un comunicado: "PSG condena con la mayor firmeza los actos intolerables e insultantes de un pequeño grupo de individuos. Sean cuales sean las discrepancias, nada puede justificar tales actos. El club aporta todo su apoyo a sus jugadores, a su dirección y a todas las personas afectadas por esos comportamientos vergonzosos".
Esta reacción de algunos hinchas del equipo parisino acontecieron tres días después de la derrota contra el Lorient en el Parque de los Príncipes (3-1), la tercera del equipo en los cuatro últimos partidos locales.
El próximo semestre ya no encontrará seguramente a Messi vistiendo los colores azulgranas de PSG, aunque también es complicado que vuelva a lucir los de Barcelona por las serias dificultades económicas que atraviesa la entidad catalana.
Pero como "Lío" quiere seguir jugando en Europa un tiempo más después de que se venza su contrato con PSG el próximo 30 de junio, su futuro se torna muy incierto, algo que no ocurre si acepta, por ejemplo, los ofrecimientos de Inter Miami, de la MLS estadounidense, o Al Hilal, de Arabia Saudita, que dirige Ramón Díaz, y para contar con sus servicios le pagaría 400.000.000 de euros por temporada, para contrarrestar así la contratación top que hizo su clásico rival, Al Nassr, con el portugués Cristian Ronaldo.
En ese marco, Messi comenzó a cumplir la sanción de dos semanas que le aplicó PSG con prohibición de entrenar sin goce de haberes y que en principio le impedirá al técnico Christophe Gasltier contar con él para los próximos dos partidos de la Ligue1 ante Troyes y Ajaccio, a jugarse los próximos domingo 7 y sábado 13 de mayo.
PSG le lleva cinco puntos de ventaja a su escolta, Olympique Marsella (75 contra 70) con 15 por jugar. Pero a los ultras parisinos esto no les importa, porque el equipo de estrellas que armó su dueño, el qatarí Nasser Al Khelaifi, estuvo muy lejos de alcanzar su gran (y único) objetivo, que era la Champions League.
Y si llega a haber vuelta olímpica local no habrá seguramente presencia de Messi en ella, porque su relación con los hinchas está rota desde hace rato, cuando lo silbaron por primera vez y entonces decidió al término de cada partido como local no ir a saludarlos a las graderías, tal como estilan hacerlo el resto de sus compañeros en tono conciliatorio. Al menos por los próximos 15 días "Lío" no tendrá que atravesar por esos incómodos momentos.
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