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Concretada su salida de Boca, el futuro del futbolista es una incógnita. El Granate busca un préstamo por seis meses, mientras que el equipo brasileño, dueño de su pase, no quiere que regrese.
No se sabe qué ocurrirá con Ricardo Centurion. Se sabe, eso sí, que su futuro no está en Boca. Pero no dónde jugará. Ayer, cuando su salida del xeneize se consumó con la publicación que hizo en su cuenta de Instagram, empezaron a aparecer las versiones: Lanús fue el primer interesado en adquirir al futbolista.
Lanús está dispuesto a hacer una oferta formal: un préstamo por seis meses con el objetivo de que dispute la Copa Libertadores y la primera mitad del Torneo de Primera División. Ayer por la tarde, la dirigencia del granate se reunió con el representante de Centurion para formalizar la propuesta. De todos modos, la idea no convence del todo al jugador. Eso es lo que, de momento, traba el pase.
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Mientras tanto, en San Pablo, el club dueño de su pase, tienen algo en claro: ellos no quieren —ni pueden— incorporar a Centurion. En el Brasileirao les permiten tener cinco extranjeros, y San Pablo tiene el cupo lleno. Con él, serían seis, por lo que no tendría lugar.
El director ejecutivo de San Pablo, Vinicius Pinotti le expresó a Globo Esporte: “Para nosotros no cambió nada. Sabemos a través de la prensa que algo sucedió con Centurión en Buenos Aires, pero vamos a hablar después de que la dirigencia de Boca se comunique con nosotros y nos diga algo”. De hecho, el entrenador Dorival Junior no lo tiene en cuenta. En este escenario, San Pablo quiere algo: venderlo y recuperar parte de los U$S 4.000.000 que invirtieron en el jugador surgido en las inferiores de Racing.
El club de Avellaneda, justamente, es el tercero en discordia. Ellos poseen el 30% del pase. Estuvieron cerca de comprarle a San Pablo un 20% mas para quedarse con la mitad de la ficha. Sin embargo, esa idea se cayó. Y Diego Cocca no manifestó ningún interés en sumarlo a su plantel.
El destino más posible parecería ser Europa. El mercado de pases allí finaliza el 31 de agosto. Hasta entonces, la atención del atacante parecería estar allí.