Matías Lammens habló de lo que significa el regreso del club al barrio que lo identifica desde su fundación. Además, se refirió al proyecto de construcción del futuro estadio Papa Francisco.

Hoy para San Lorenzo, sin dudas, será uno de los días más importantes de su historia porque después de 33 años volverá a reencontrarse con su génesis. Con aquellas tierras en las que de la mano del Padre Lorenzo Massa puso los cimientos que los transformaron en uno de los clubes más populares de la ciudad de Buenos Aires.

"Vamos a firmar el boleto de compraventa como paso definitivo y tangible por la Vuelta. Nosotros tuvimos varios procesos de aproximación a Boedo, pero la diferencia con éste es que se trata de algo concreto para que las tierras sean del club. Para nosotros, haberlo logrado nos parece increíble, inclusive lo hablo con la gente de la oposición porque viendo cómo estaba el club hace cuatro años cuando nadie le daba crédito a San Lorenzo y cuando la prioridad era pagarles a los empleados para que abrieran las puertas del club, a llegar a tener la posibilidad de comprar las tierras, hay una enorme diferencia", le explica Matías Lammens a DIARIO POPULAR, en una entrevista cargada de emociones, a horas de uno de los hitos más importantes de la historia del club.

El acuerdo entre las partes dice que para recuperar Tierra Santa, el CASLA deberá abonarle a la empresa que en 1983 adquirió los terrenos de avenida La Plata al 1.700 una cifra igual a 110 millones de pesos, y posteriormente cuatro cuotas anuales consecutivas de un millón de dólares, que deberán ser canceladas en el mes de julio.


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-Después de comprar las tierras, ¿cómo continúa la Vuelta a Boedo?
-Con el desafío más grande de todos, que es empezar a planear y cranear la construcción del estadio. Carrefour va a tener un plazo determinado para construir su tienda y eso nos va a dar el tiempo necesario para armar un esquema de financiamiento que seguramente será mixto, que tendrá que ver tanto con el aporte de los socios como, por ejemplo, con la venta de plateas y dinero externo. Habrá que ser inteligentes y cuidadosos para no mentirle a la gente.

-¿Ese financiamiento externo qué contempla?
-Hay que tener en cuenta que estamos hablando de una obra que nos va a costar 70 millones de dólares. Existen proyectos que están ligados a planes de negocios y que tienen que ver con el pedido de un crédito que sea pasible de tomar como para no cometer ninguna inconsciencia.

-¿Qué significará para San Lorenzo volver a tener su estadio en avenida La Plata?
-Será algo fundamental, un golpe institucional desde todo punto de vista y significará un gran beneficio patrimonial al volver a tener casi 30 mil metros cuadrados en el centro de la ciudad. Pero para el barrio también será importante porque San Lorenzo con su impronta no va a volver solamente con un estadio en el que se va a jugar al fútbol cada 15 días, sino también con actividades culturales, con becas para los chicos, con más iluminación, con más seguridad y con un relanzamiento del tejido comercial de la zona. Porque cuando cerró el estadio, muchos pequeños comerciantes del barrio cerraron.


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Foto: Martín Di Maggio / Diario Popular


-A vos en particular, ¿qué te genera volver a tener el estadio en avenida La Plata?
-Lo emocional y sentimental, está de más decirlo. A mí me pasa lo mismo que a muchos hinchas menores de 40 años que, sin haber pisado nunca el Gasómetro somos, por ahí, los que más empujamos por la Vuelta a Boedo. Eso tiene que ver con lo que es San Lorenzo, eso de traspasar el sentimiento de nuestros viejos de generación en generación.

-¿Qué va a pasar con el Nuevo Gasómetro?
-Vamos a tener que buscar una salida conjunta con el Estado porque no nos vamos a desprender del estadio ni de la ciudad deportiva, en la que durante estos cuatro años hemos realizado una gran inversión. Los deportes federados han tenido un crecimiento enorme, tenemos casi 5.000 deportistas federados, queremos que San Lorenzo sea el CENARD de la zona sur y estamos cerca de serlo con el gimnasio San Martín, al que le hicimos unos vestuarios que nunca había tenido, con la obra que realizamos debajo de la Platea Sur que fue elogiada hasta por Julio Lamas (DT de básquetbol) y con dos canchas de césped sintético para que jueguen las inferiores y los socios. Con esto, a San Lorenzo le devolvimos la vida social que había perdido cuando se tuvo que ir de avenida La Plata.

-Una de las críticas que hay sobre el manejo de la Vuelta a Boedo tiene que ver con el tiempo que se tardó en llegar a ponerle fecha a la firma del boleto de compraventa. ¿Es así o tiene que ver con el tipo de negociación que se encaró con una empresa multinacional?
-En lugar de estar criticando que se tardó mucho, hay que celebrar que se acordó la firma. Hay que ver que vamos a firmar sin tener el total de la plata y eso nadie lo dice. Se logró tener una determinada cantidad de dinero a pagar, se logró ir ganando cada vez más poder de negociación y finalmente llegamos al objetivo. Yo entiendo la ansiedad de la gente pero uno como dirigente debe tener la cabeza fría para no dejarse llevar. Distinto hubiera sido si tuviéramos el total del dinero porque hubiéramos forzado al supermercado a irse más rápido. Haciendo una comparación, en un momento todos nos pedían la cabeza de Pizzi pero supimos tener paciencia para esperarlo y salió campeón. Cuando en la Copa Libertadores empatamos en Ecuador nos decían caprichosos porque bancábamos a Bauza y el Patón hoy en San Lorenzo es San Martín. Creo que hemos demostrado con hechos cómo nos manejamos. San Lorenzo, desde nuestra llegada, tuvo un crecimiento contable exponencial, arrancamos con un patrimonio neto negativo y ahora tiene más de 100 millones de pesos en positivo. Nosotros contestamos las críticas, pero sobre todo con hechos.


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Foto: Martín Di Maggio / Diario Popular


-¿Y cómo se llegó a ese crecimiento?
-Los principales protagonistas del resurgimiento del club fueron los 20 mil socios que ya pagaban y los 50 mil nuevos que se asociaron creyendo en nosotros. Sin ellos, San Lorenzo no hubiera concretado la Vuelta a Boedo ni hubiera tenido el plantel que tiene, y no hubiera podido salir campeón en el 2013, ni de la Copa Libertadores, ni de la Supercopa Argentina, no seríamos campeones de básquet, ni tendríamos el polideportivo en Boedo. Esa es la verdad, porque el pago de la cuota social nos permitió ser un club superavitario, ya que aporta el 50% de los ingresos contra el 20% que representaba cuando nosotros llegamos.

-¿Cuál fue el principal logro de tu gestión, al margen de la Vuelta?
-Mi sueño, el de Marcelo (Tinelli), el de Roberto (Alvarez) y creo que el de todos, era ganar la Copa Libertadores aunque por entonces parecía imposible. Pero increíblemente dos años después se nos dio y eso nos permitió jugar la final del mundial de clubes contra el Real Madrid. Lo que buscábamos con eso era competir a la par con River y Boca, y vaya si lo hemos conseguido. El año que viene vamos a jugarla por cuarto año consecutivo, con clubes muy importantes que se quedaron afuera y otros que están luchando para entrar. Hacía mucho tiempo que en el club no había un proceso virtuoso futbolísticamante durante tanto tiempo y de manera sostenida. Y eso es muy importante porque para San Lorenzo el fútbol es el motor de ingresos.

-¿En lo estrictamente futbolístico como viviste este año?
-Pasa que nosotros mismos pusimos la vara muy alta. Creo que si en febrero nos decían qué partido queríamos ganar en el año, era la Supercopa a Boca, y lo ganamos 4 a 0. Pero después me pasó que me quedé con una sensación agridulce de haber perdido con Lanús. No es que a mí me guste perder, pero jugamos la final. ¿Los otros 28 equipos qué tendrían que hacer, entonces? Bueno, aun así nos quedamos con un gusto amargo, eso marca cómo está San Lorenzo. Y en este semestre sucedió que por esa parte de imprevisibilidad y azar que tiene el fútbol, nos quedamos sin nada, cuando para mí hasta los partidos con Gimnasia y Chapecoense había sido una gran campaña, tanto que nos quedamos afuera de la Copa Argentina y Sudamericana sin perder. Lo bueno fue que pudimos saldar la deuda que teníamos con el debut de juveniles en Primera que era algo que con Tinelli nos daba mucha bronca por la inversión que se está haciendo.

-¿El año que viene la Libertadores vuelve a ser el gran objetivo para San Lorenzo?
-Sí. Los refuerzos que vengan, tendrán que ver con los jugadores que se vayan, pero nuestra idea es apostar fuerte para volver a ganarla. Nacho Piatti y Gonzalo Rodríguez siempre están para venir, pero tienen contrato hasta mitad del año que viene. Con el nuevo formato de la Copa si nos va bien en la primera fase, a mitad de año vamos a poder hacer un buen mercado de pases, que es cuando se abre la ventana en Europa.


"La AFA tiene un problema de corrupción estructural"

-Pasando al tema AFA, ¿cómo ves el proceso que está llevando a cabo la Comisión Normalizadora?

-Con escepticismo. Con el único que tengo relación es con Javier Medín, que me parece tiene buenas intenciones. Pero no veo que se estén tomando medidas de fondo. Yo creo que la AFA tiene un problema de corrupción estructural de muchos años y que nadie atiende. En nuestra corta gestión pudimos detectar y tocar algunos intereses que tenían que ver con proveedores de muchos años. Donde uno miraba, había corrupción. Hay instalado un sistema perverso que viene del grondonismo, hecho para que nada cambie. Me cuesta mucho ser optimista.


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Foto: Martín Di Maggio / Diario Popular


-¿Pensás que la salida sería llamar a elecciones?
-Primero hay que reformar el estatuto, que es para lo que se formó la Comisión Normalizadora. No veo muchos avances: están hace seis meses, que era tiempo suficiente para haberlo hecho y llamar a elecciones. Ojalá que lo hagan rápido.

-En caso de que haya elecciones, ¿lo ves a Tinelli para ser candidato?
-Marcelo puede ser un muy buen presidente. Es un muy buen formador de equipos. Lo conozco trabajando y la honestidad que tiene. Y en la AFA además de capacidad, hoy hacen falta honestidad y mucha firmeza para terminar con muchas cosas. Y él las tiene.

-Aunque eso haga que San Lorenzo lo pierda.
-No lo perderíamos, porque Marcelo siempre va a estar en San Lorenzo. Lo mismo que si el día de mañana me fuera yo, porque el club es mi casa. En ese caso lo perderíamos en el día a día. Pero San Lorenzo es parte de la AFA y hoy estamos cobrando muy poco dinero por la televisación, y eso nos perjudica mucho, también. Si Marcelo toma la decisión de ir a la AFA, yo lo acompañaría, no yéndome de San Lorenzo pero sí ayudándolo y siendo parte del equipo.


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