Carlitos agarró una pelota en la mitad de cancha y se encontró con la cancha liberada y los defensores de frente para encarar al arco de Juan Carlos Olave. Aguantó la marca del central Pirata y la tocó al palo del arquero. Golazo. Se desquitó, de hecho, después de varios encuentros: no convertía desde el 5 de mayo en La Bombonera, ante Cerro Porteño por Copa Libertadores; mientras que el 2 de abril, contra Atlético Rafaela, había metido el último tanto por el torneo local.
Después, la locura: con la cancha cayéndose, viendo a su ídolo resurgir después de varias desapariciones futbolísticas, Tevez le pegó una patada a Cristian Lema y Delfino, con cordura, cobró falta y amonestó al capitán. Enojado con la amonestación, empezó a descargarse: "La concha puta de tu hermana", se leyó en los labios del atacante. El árbitro se dio vuelta y le sacó la segunda amarilla por el exabrupto. Así, el equipo quedó con diez futbolistas.
Tevez no es habitué de las rojas. En su etapa europea, no vio ninguna roja. Con la Selección argentina recibió dos expulsiones. Y en Boca, la última vez que lo habían echado, fue la noche que hizo la "gallinita" en la cancha de River. Desde entonces, por torneos locales, jamás había recibido esa sanción. En La Bombonera, tampoco.
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