Fútbol
La dirigencia deberá definir cuanto antes los contratos de los jugadores para dejar el camino allanado. Muchos vencen pero hay otros que seguramente se irán y varios que regresan de préstamos.
Con el descenso consumado no queda otra que comenzar a pensar en el futuro. No hay tiempo, por más que el duelo se esté atravesando, para perder. Esta dirigencia que demostró incapacidad en muchas decisiones tiene la obligación de diagramar un futuro de manera urgente y definir quienes se quedaran, quienes deben tener un destierro por más que sus contratos estén vigentes, purgar a aquellos que deben volver y pensar puestos a reforzar de cara a lo que será una temporada muy dura con rivales poco conocidos y plagada de viajes.
Es cierto que aún no está asegurada la continuidad del entrenador y con una fecha por delante pueden pasar muchas cosas, pero lo cierto es que quien deba conducir los destinos de Independiente en la Primera B Nacional se encontrará con un panorama complicado.
En las buenas todos están, en las malas pocos se quedan. No se descubre nada si se piensa que varios integrantes del plantel no jugarán en la segunda categoría por más que sus vínculos tengan vigencia.
También es cierto que muchos contratos son elevados, que hay primas excesivas para lo que ciertos jugadores han rendido y que varios no pueden seguir un segundo más en el club por haber roto relación con la gente. Muchas de estas cosas quedarán de manifiesto antes de fin de mes debido a que recién el próximo 27 se definirá el presupuesto y en base a ello se sabrá con qué dinero se dispone para armar el plantel.
Asimismo hay casos que son una incógnita y que se mantendrán así hasta que sea confirmado el DT. Hay varios jugadores que deberán regresar de préstamos, pocos se quedarían, y además habrá que pensar en los refuerzos para retornar en tan solo un año. Por eso cada día que pasa en vital para repensar al nuevo Rojo.
ENCUESTA: ¿Quién es el máximo responsable de la debacle de Independiente?
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