Cambiaron por un rato los colores en el barrio, siempre con el azul y amarillo bien presentes y dominantes. DIARIO POPULAR hizo una recorrida por las inmediaciones de la Bombonera antes del partido de la Selección y este es el resultado

¡La Boca está de fiesta! Extasiada y esperanzada con la idea de seguir en este clima ideal, atípico para la Ribera. La Selección de Jorge Sampaoli se juega una ficha vital en sus aspiraciones de meterse en el Mundial de Rusia en la mismísima Bombonera y el barrio late fuerte. Esas calles arrabaleras que estaban maquilladas de azul y oro ahora ya pasaron a ser albicelestes.

Todo mutó en el histórico barrio. Los negocios que sólo vendían indumentarias y otros chiches xeneizes cambiaron sus vidrieras, sus frentes para poner casacas del astro Lionel Messi y de la Argentina.

Hoy la República de la Boca está vestida de gala para abrazar y empujar a la Selección en este momento tan trascendental. Hasta llenaron de pasacalles los alrededores del estadio agitando que esta noche, con Perú, solo importa el aliento, y el ir al frente todos juntos en esta batalla crucial por el pasaje al Mundial.

Previa Argentina Perú

El barrio salió a la calle

En toda esta semana previa la Ribera estuvo a pleno. Se palpó día a día la enorme expectativa por esta oportunidad histórica de ver a la Selección Argentina en la Bombonera. Ojo, no solo hubo movimiento por los preparativos correspondientes a un partido de semejante envergadura. El barrio salió a la calle y se hizo sentir.

Banderas grandes, las de palo, camisetas, gorritos, galeras, pañuelos, cornetas, hinchas ya entonando algunos de los hit que lanza la tribuna para bancar a la Selección. Mujeres, hombres, niños, niñas, abuelos, abuelas. Toda la familia disfrutando desde la mañana el clima festivo que se vive en las veredas de Boca.

Hinchas llegando desde otras provincias: por ejemplo, ese un grupo de fanáticos que vino de Neuquén con un trapo de "bienvenida" a la Selección a la Bombonera y una bandera de Diego. Entre los argentinos que coparon la parada, se veían a varios peruanos con las casacas de su selección.

Claro que, como Perú tiene una banda roja como River, las chicanas estuvieron a la orden del día. Pero todos conviviendo en paz, a puro folklore y clima de fiesta. La fiesta del fútbol. Y una manija total que se expanderá hasta que las once almas elegidas por Sampaoli salgan a la cancha, y el brasileño Wilton Sampaio dé el pitazo inicial.

Esperemos que esta alegría que se sintió en la Ribera durante todo este tiempo se traslade esta noche, desde las 20.30 en adelante, al terreno de juego para que la Selección de Sampaoli pueda desplegar desde La Boca ese grito sagrado que todos esperamos.

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