El delantero, al que le cometieron un penal a los 79 minutos que derivó en la igualdad parcial del Neroazzurro, salió en el descuento y explotó de bronca contra el entrenador, Simone Inzaghi, que optó por poner a Alexis Sánchez y no contar con el Toro para el alargue.
Lautaro se retiró del campo con un claro rostro de disgusto, lanzando insultos al aire y, al dirigirse al banco de suplentes, miró al técnico y expresó su reproche. Ante esta situación, sus compañeros se acercaron para tranquilizarlo e intentar mitigar la queja del goleador.
Ya en tiempo extra, después del 2-2 en los 90 reglamentarios, Inter anotó dos goles y levantó la Copa Italia. Nicolo Barella, Hakan Calhanoglu e Ivan Perisic en dos oportunidades convirtieron para los de Milan mientras que Álvaro Morata y Dusan Vlahovic anotaron para los de Massimiliano Allegri.
Otro de los argentinos que tuvieron acción fueron Joaquín Correa -desde el banco- y Paulo Dybala, siendo titular en la Juventus.