La historia de Zidane y Buffon, rivales en la final de la Champions

Dos años después de conquistado Europa, Zidane llevó nuevamente a Juventus hasta la final de la Champions League '97-98. Tropezó contra Real Madrid, en una de sus versiones más efectivas. Pedrajg Mijatovic encontró una pelota en el área y le dio el campeonato a los dirigidos, en ese entonces, por Jupp Heynckes. Buffon todavía era una promesa en Parma. Asomaba como el arquero capaz de llevarse al mundo por delante. El resto de los 22 jugadores que el 3 de junio estarán en Cardiff eran chicos, adolescentes: Paulo Dybala, por ejemplo, iba al jardín de infantes.

En el Mundial de Alemania 2006, Zidane y Buffon volvieron a encontrarse. Fue en la final, y la historia, esta vez, tuvo lugares distintos para cada uno: el francés le pegó el inolvidable cabezazo a Marco Materazzi, se fue expulsado, y el italiano recibió la ayuda del palo en la definición por penales que los consagró como los mejores del mundo. Zidane cerró su carrera en el vestuario. En la televisión, Gigi levantaba la Copa.

"Quizá me vaya a lo Zidane, dándole un cabezazo a alguien en el último partido", dijo Gigi hace pocas semanas, cuando confirmó que se retirará después del Mundial de Rusia 2018. Esta —y él lo sabe como nadie— puede ser su última oportunidad para ganar la Champions League, la única ausencia de su nutrida vitrina. Zidane la ganó como futbolista dos veces, y en la segunda, vestido de blanco, selló el éxito con una volea enciclopédica. Ahora busca lo inédito: alzarla en un certamen que siempre que lo disputó como director técnico lo ganó.

En el medio de esta rivalidad, hay otra: Juventus y Real Madrid es la quinta final que se reedita en la historia del campeonato más importante de Europa. Juventus necesita la revancha, acabar con los 21 años de malaria. Real Madrid va hacia una transformación definitiva: la del mejor equipo de la década.