Anoche, en el partido entre Argentina y Brasil por el Sudamericano Sub-20, se dio una situación inusual. Gerardo Salorio, preparador físico del plantel, cuando el partido iba 1 a 1, empezó a insultarse con un hincha brasileño que estaba en la tribuna. Los cruces no cesaban: el integrante del cuerpo técnico de Claudio Úbeda miraba, contestaba. Hasta que se trepó a una pared, como buscando meterse en la platea, para pelearse de manos con el fanático.
Eso generó, por supuesto, su expulsión del partido. Salorio salió corriendo de la cancha en lo que fue un papelón.
Este jueves, una noche después de la vergonzante escena, el histórico colaborador de Néstor Pekerman explicó por qué actúo de esa manera: "Tenía brasileros atrás tirando botellas e insultando y la policía miraba como si nada. Me dijeron de todo, se acodaron de mi familia. Me sacaron de quicio y a uno lo invité a pelear”.
“Tenía tres lexotanil encima. No nos sale nada, no ligamos. Nos exigen resultados y éste equipo tiene 51 prácticas nada más”, se quejó. "Parezco Jesucristo en la cruz porque todos me tratan de culpable", contó, y reveló cuando lo echaron fue a buscar al que le dijo "filho da puta".
Salorio contó que "lloré mucho, no me gusta quedar afuera de un Mundial como nos está pasando y sé que ons están matando. Tomo 20 pastillas por días, vengo de un ACV”, afirmó. Y cerró: "Prefiero morirme en Quito antes de que Argentina quede afuera de un Mundial. Yo amo a esta Selección".
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