Ninguno de los hinchas del Rojo puede negar que Emiliano Rigoni ha sido un pilar indiscutido en esta levantada que evidenció el equipo desde la llegada de Ariel Holan. Si bien está claro que lo grupal se impone a lo individual, el mediapunta no solo fue el goleador del Diablo sino que en ofensiva aportó cualidades que hicieron la gran diferencia: velocidad, cambio de ritmo, pegada con ambas piernas y generación de espacios que lo dejan como el jugador que será difícil de retener.
Gran torneo de Rigoni, de esos que le abren a los jugadores la puerta hacia el fútbol europeo. Pero en este caso al Rojo le abrió la puerta a un problema ya que no consigue hacerse del 50 por ciento del pase que aún le pertenece a Belgrano.
Es que el negocio era “bilateral”. Belgrano vendió la mitad en quince 15.000.000 de pesos (un millón doscientos mil dólares por ese entonces) a la espera de ser socio de Independiente en una futura venta ya que la cláusula de rescisión fue fijada en una suma cercana a los 5.500.000 dólares.
Pero hoy por hoy la directiva encabezada por Hugo Moyano pretende comprarle el porcentaje a Belgrano en 1.250.000 dólares y ofrecerle algunos jugadores que por lo que trascendió no es lo que el club quiere para esta negociación. Así fue que Armando Pérez (quien se estaría encargando del tema) comenzó las negociaciones con Boca, quien ofrecería mejores condiciones.
Por eso los idas y vueltas y las declaraciones a fin de asegurar que por más que se meta Boca el jugador seguirá en el Rojo. En estos días deberían llegar a un entendimiento las partes, porque si no modifican la cláusula de rescisión para Independiente no significaría un gran negocio contemplando que cuenta con uno de los mejores jugadores del torneo.
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