El tema está sobre la mesa: Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) o no. "¿Por qué no permitirle a clubes que se están fundiendo decidir si quieren ser SAD?”, sintetizó el titular de Boca, Daniel Angelici, quien en sus dichos representa la voz del presidente de la Nación, Mauricio Macri.
La postura del Tano es ambigua, porque en su club el estatuto las prohibe y él particularmente reiteró en diferentes ocasiones que no aboga por Boca, -”Nunca va a ser una sociedad anónima”, asume-, sino para el resto. Lo mismo sucede en San Lorenzo, incluso Racing e infinidad de instituciones en la que sus socios en asamblea cercaron la posibilidad.
Sin embargo, los titulares de los clubes grandes no se pronunciaron ni a favor de Angelici, ni en contra. Las primeras voces surgieron de los chicos. El vice de Lanús Luis María Chevel criticó la arremetida privatista con argumentos sólidos.
“Voy a pelear para que nunca vengan a mi club. Ya sabemos de dónde saldrá el dinero, porque es plata espuria, no es santa. ¿Vamos a permitir que venga un capitalista que compita deslealmente con nosotros que ayudamos a los chicos pobres? Me parece que es injusto”, indicó el dirigente en declaraciones a la prensa.
“Pasa en Europa, con el Benfica, por ejemplo. También pasa en Chile y Uruguay. Si el club mantiene el control de lo institucional, y en la parte profesional entran los privados, que son los que hacen la inversión, no me parece mal. Cada club, además, podrá decidir en su asamblea el modelo de club que pretende", distinguió Angelici.
Además de las posiciones a favor y en contra, existe otra que tiene que ver con la apertura controlada. Mayoritariamente, los clubes de Ascenso ven la posibilidad de crecer sin perder institucionalmente.
“Tal vez la figura no sea la de la sociedad anónima y exista una manera de que un capitalista que quiera hacer un negocio con el fútbol del club, pueda hacerlo sin hacer dibujos de donde aparece el dinero. Mientras, uno puede tener las riendas del club y la última palabra aunque exista un capitalista: el club no hay que entregarlo nunca”, redondea quien preside un club esencialmente de fútbol desde hace más de 20 años.
En el tercer piso de la AFA que domina Chiqui Tapia y los demás miembros del comité que tienen un rol activo en el día a día le bajan el tono a la dicotomía pero asumen: “El debate empezó y lo vamos a tener que dar formalmente en todos los ámbitos. Habrá un cambio, seguramente, pero tenemos que establecer mecanismos de control para que no haya clubes a merced de inversionistas golondrinas”, indicaron a Diario Popular.
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