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La formación repleta de juveniles que puso Gallardo jugó muy mal y cayó 4 a 0 en Córdoba, donde los locales construyeron una gran actuación colectiva. Juan Ramírez, en dos ocasiones, Marcelo Torres y el uruguayo Lucas Olaza, de penal, convirtieron los tantos.
River jugó ante Talleres casi con medio equipo de la reserva y a pesar de las ganas de los suplentes no hubo modo de evitar una derrota que se fue justificando de a poco, y que terminó en una goleada tan justa como inevitable.
El quiebre en el final del primer tiempo cuando los de Gallardo mejor estaban y el segundo tanto cuando el empate merodeaba fue letal. Lo que vino después fue todo del equipo de Kudelka, que cerró un triunfo a tono con los equipos que estuvieron en la cancha.
Los primeros 15 minutos de juego tuvieron una intensidad y mucha entrega de ambos lados. Talleres por la obligación de ganar de local y ante un equipo juvenil del Millo. Ríver por las ganas de sus nombres de querer demostrar que quieren ganarse un lugar entre los titulares.
Pero en esas ganas las llegadas faltaron y apenas hubo una aparición de Torres agarrando un cierre de Nahuel Gallardo pero el disparo se fue afuera porque pegó en Barboza. Muy parejo todo con una leve supremacía para el local que no lograba superar a la defensa juvenil de Gallardo que bancada bien parada y con orden.
Las dificultades para la visita estaba en los del medio y arriba porque no podían bancar la pelota en zona rival. Eso obligó a Ríver a tener que meterse muy atrás y a no poder hacerse fuerte desde la posición. Los locales le habían copado la parada en el medio al rival, lo desbordaba y se le venía, pero las resoluciones ofensiva del local no eran buenas y por eso la ventaja no se reflejaba en jugadas peligrosas.
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Pasada la media hora, River se empezó a acomodar mejor, Talleres perdió presencia en la zona media y asomó la paridad del juego. Una patriada de Barboza, que sacó un gran disparo y se lo mandaron al córner, y algunas jugadas de De la Cruz pusieron en aprietos a la defensa local. Por eso no extrañó que el final del primer tiempo tenga imágenes captadas muy cerca del arquero de Talleres, Herrera, que sacó una pelota tremenda a Borré a quemarropas en el área chica.
Pero el gol es un capricho a veces y, en el mejor momento de River, Rojas armó un jugadón y dejó a Ramírez en zona de definición. El disparo del volante se metió en el arco ante una reacción floja de Batalla. River esperaba irse al descanso con un empate y en una jugada aislada se fue derrotado.
La segunda parte arrancó con River en busca del empate y con Talleres parado de contra. Con esas intenciones el que tuvo la chance fue el local tras una proyección del uruguayo Olaza que atravesó el campo y sacó un zapatazo tremendo que explotó el travesaño.
El tiempo iba jugando a favor de Talleres que a medida que River perdía claridad le robaba la bola y el dominio. El segundo gol cayó por decantación con una excelente jugada colectiva que se inició otra vez con Olaza y que acabó en una gran definición de Ramírez para que el partido empiece a terminarse mucho antes que el pitado de cierre. Luego todo se hizo fácil para los locales que lastimaron en cada ataque y lo consolidaron en la red.
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