Fútbol
A punto de conseguir su quinta distinción al mejor jugador del planeta, la figura del Barcelona manifestó su deseo de conseguir la Copa del Mundo con la Selección: "Los premios colectivos están por delante de lo individual".
Cada enero, Lionel Messi se sube a un avión. Lo acompañan Antonella Roccuzzo, su mujer, y esta vez, sus dos hijos: Thiago y Mateo. El avión, después de pocas horas de vuelo, aterriza en Zúrich, Suiza. Ahí lo esperan todos los años para la entrega del Balón de Oro de FIFA.
Esta vez, a las 2 de la tarde hora argentina, preparan las pancartas. Messi tiene grandes posibilidades de ganar el premio por quinta vez en su carrera. Pero cambiaría todos y cada uno de ellos por una sola copa: "Elijo un Mundial a cinco Balones de Oro. Los premios colectivos están por delante de los individuales", afirmó el rosarino, en la conferencia de prensa que brindó junto a Cristiano Ronaldo y Neymar, los otros dos nominados.
"Estar nominado no es una presión. Es un orgullo. Es muy lindo que los entrenadores nos elijan y nos hagan estar hoy acá. Nos hacen sentir unos privilegiados y estamos agradecidos", indicó la Pulga. A su vez, dijo que le es "lo mismo" si lo gana "uno de ellos o yo".
En su carrera, las otras veces que fue elegido como el mejor del mundo, fueron consecutivamente: 2009, 2010, 2011, 2012. Esta sería la primera después de esa racha: "Me siento orgulloso de haber conseguido lo que conseguí. Siempre es mucho más difícil volver a ganar una vez que conseguiste todo".
Por otro lado, como suele hacerlo, reconoció la importancia de sus compañeros del Barcelona en este probable reconocimiento: "Ellos me hacen buenos a mí y a todo el equipo. Tenemos un plantel de muchísima calidad y por eso conseguimos los títulos que pudimos conseguir, si no no hubiera sido posible todo esto".
Finalmente, consultado sobre qué cualidad del portugués le gustaría tener, dijo: "Tiene muchas cosas buenas que a mí me gustaría tener. Pero a mí me tocó ser como soy, él es como es y cada uno es como es". Cristiano, en cambio, fue más rápido: "Su pierna izquierda no está mal... es un poquito mejor que la mía". Messi se desdijo: "Ojo, a mí me gustaría su derecha". Y Neymar, entre risas, dio la nota: "Yo quiero la derecha de Cristiano y la izquierda de Leo", remató.
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