Leandro Chichizola, el Keko Villalva, Augusto Solari, Kranevitter y Ramiro Funes Mori justifican y explican esta historia que encaminó al Millo a esta recta final como candidato. Se dice que lo que te hace llegar al título es además de una buena base, el mejor recambio, más aun en torneo apretado y con fechas entre semana; pues bien hasta ahora el Pelado lo consiguió.
Esto llega a cuenta de las bajas de Balanta y Teo para el domingo (en el caso del zaguero se va a estirar por algunos partidos más) y de la continuidad en el parte médico de Marcelo Barovero desgarrado. Y no hay temor al respecto porque a decir verdad lo de Chichizola es perfecto desde que ingresó no le anotaron y hasta atajó un penal- porque si juega Ramiro Funes Mori tiene la chapa del gol en la Bombonera y porque si no está Teo, lo del Keko fue de buena facta cuando ya lo reemplazó ante Lanús cuando hizo un golazo y dio una gran asistencia a Cavenaghi. El combo cierra con más sabor si pensamos en Kranevitter, otro gran reemplazante en tiempos de un Lobo que no está.
Pero más allá de estas circunstancias actuales sólo hubo complicaciones en la segunda y tercera fecha, cuando hubo bajas varias y el armado al DT le salió más, no tanto por cuestiones individuales si más bien por temas tácticos. Cuando armó línea de 3 en Santa Fe con el debut de Cabrera junto a Pezzella y Ramiro Funes Mori que nunca habían jugado juntos, ahí estuvo la única mancha de un banco que en general siempre le cubrió las cuentas en rojo.
Ya con Augusto Solari que jugó la fecha inicial por lesión de Carbonero y luego reemplazó a Mercado un par de fechas jugando muy buenos partidos. Luego cuando ubicó a Rojas que ni concentraba y le dio titularidad junto a Ledesma o en estos tiempos más cercanos cuando eligió a Kranevitter para alternan con el Lobo y el Colo ahora está en la mira de Sabella. Por eso esto de pensar en que Ramón más que banca, tiene banco.
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