Fútbol
Mora, en dos ocasiones, y Teo Gutiérrez firmaron el 3-0 con el que el la Banda venció a los bolivianos en el Monumental. El conjunto mexicano se impuso 5-4 ante Juan Aurich y aseguró el pasaje de los de Marcelo Gallardo a la siguiente fase de la Copa Libertadores, en la que se podrían enfrentar con Boca
River hizo lo que tenía que hacer: goleó 3-0 a San José de Oruro. Para que lo hecho en el Monumental tuviera sentido, Tigres de Monterrey tenía que sacarle algún punto a Juan Aurich en Perú. Y lo hizo: los mexicanos se impusieron 5-4 en un duelo que pasó por todas las instancias. Imposible arrancar, sin mencionar lo sucedido en el duelo entre aztecas e incaicos.
Rodrigo Mora, en dos ocasiones, y Teófilo Gutiérrez sellaron el 3-0 con el que el equipo de Marcelo Gallardo venció a los bolivianos, por la última fecha del grupo 6 de la Copa Libertadores de América.
La noche parecía arrancar torcida para la Banda que, si bien contaba con el triunfo parcial 1-0 de Tigres, no podía perforar la defensa de San José. Recién a los 43 minutos del primer tiempo, el uruguayo tuvo la llave para abrir el cotejo: tras una salida rápida de un córner, clavó un derechazo imposible al segundo palo del arquero Carlos Lampe. En ese momento, el partido ya iba 2-2 en el césped sintético de Chiclayo y el Millo necesitaba un tanto más para acceder a los playoffs.
La etapa final arrancó de la mejor manera acá, pero de la peor allá. A los 6 minutos, Mora volvió a sacudir la red, después de definir con tranquilidad un penal imposible de no cobrar para el árbitro Pericles Cortez (de Brasil). La ventaja no tenía sentido cuando en el Monumental resonó el golpe del 3-2 a favor del Aurich.
Casi 120 segundos después, Teo firmó la goleada y sólo quedaba esperar que Huitzilopochtli (Dios supremo de la cultura azteca) enviara su señal al sur del continente. Y llegó. A los 22 minutos del segundo tiempo –acá y allá-, el ingresado Jorge Espericueta estampó el 3-3 en Perú. Para que los corazones millonarios resistieran, los Dioses volvieron a hacer su trabajo: a los 30, Enrique Esqueda –goleador de la noche con tres tantos- puso el 4-3; y a los 36, volvió a aparecer Espericueta para que el 5-3 ya sea irreversible. Germán Pacheco, delantero de los incaicos, decoró el tanteador para el 4-5 final.
Así, con una oreja en la Spica y la mirada en el Monumental, River alcanzó los octavos de la Copa Libertadores después de siete años.
¿Definirá su acceso a cuartos ante Boca Juniors?Acá, los tres goles de River:
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