El técnico de Boca estuvo picante en el final del partido y lo buscó al Muñeco porque algunos jugadores de River se les iba la pierna y en las imágenes televisivas se vio como lo tuvieron que frenar sus colaboradores.
Con la goleada consumada y el partido cerrado, Rodolfo Arruabarrena bajó los decibles y negó que haya existido una discusión mayor. "No me enojé con (Marcelo) Gallardo pero le pedí que le diga a algún jugador de él que estaba nervioso, que no pegara más"; explicó, antes de pedir perdón: "Pido disculpas porque me saqué en algunas acciones".
El Vasco remarcó la importancia de haber ganado los dos superclásicos y la contundencia del último resultado, pero de todos modos bajó la euforia. "Seguramente será histórico, pero tenemos que analizar todo y no dejarnos llevar por el triunfo, que es importante, pero que no es por los puntos", indicó.
"Lo hemos trabajado y ganado de contragolpe, ellos nos dieron muchas facilidades en el aspecto defensivo y nosotros lo aprovechamos. Había mucho espacio y estuvimos bien en la parte defensiva. Ya íbamos 3 a 0 en el 11 contra 11 y después con las expulsiones, fue extraño", analizó el Vasco.
Pese a la diferencia numérica entre uno y otro equipo, Boca no lograba ampliar el marcador y hacía rotar la pelota, algo que pareció exasperar al entrenador. "Nosotros no somos de cargar, no quería que toquen, quería que le peguen al arco", explicó.
A la hora de jerarquizar los partidos del verano, Arruabarrena no tuvo dudas. "Lo más importante era lo del 28 (ante Vélez por la entrada a la Libertadores) porque nos daba jerarquía, dinero... pero también tuvimos suerte y ganamos dos clásicos", diferenció antes de ponerle mesura al momento Xeneize. "Tampoco nos tenemos que subir a esa onda positiva y tenemos que seguir trabajando. Esto nos sirve y mucho, es un resultado importante, pero es un partido amistoso aunque es verdad que ya no son amistosos, pero no jugamos por los tres puntos", remarcó.