Hace siete fechas que la victoria no visita Parque Patricios y la falta de festejos comienza a preocupar a todo Huracán, que esta noche igualó 1-1 frente a Vélez en el Tomás Adolfo Ducó por la octava fecha de la Liga Profesional y sumó su séptimo partido consecutivo sin ganar luego de hacerlo únicamente en su debut, ante Defensa y Justicia, también de local.
El partido había comenzado favorable para el conjunto de Frank Darío Kudelka, ya que en apenas dos minutos ya se encontraba arriba en el marcador por el gol de Jonathan Candia. Sin embargo, el dueño de casa mermó para el segundo tiempo y el Fortín alcanzó la igualdad gracias a una gran jugada del juvenil Luca Orellano a los 63.
El fútbol solo apareció de a ratos en Parque Patricios. Comenzó con la vara muy alta por el temprano festejo del Globo mientras los equipos recién se estaban acomodando, pero se tomó un largo descanso y retomó para el segundo tiempo, cuando el juvenil de Vélez sacó chapa de potrero y lo expresó en estado puro por una maravillosa jugada que emparejó los números gracias al tan preciado arte de la gambeta.
El menú del encuentro no ofreció demasiadas emociones, sino las justas y necesarias para que ambos se dejen lastimar. El primer tiempo, mas allá del gol desde el vestuario del equipo de Kudelka, casi no llamó la atención. En cambio, en el complemento la intensidad subió una marcha y fue en este periodo donde el cuero llegó más veces a zona determinante.
La apertura del marcador aconteció cuando el reloj marcaba ni más ni menos que un minuto y medio. La defensa del Fortín no estaba lúcida, Huracán ganó los rebotes y Hoyos la fue a buscar adentro. El que le sacó jugo a la desatención del fondo rival fue Jonathan Candia, que encontró una pelota muerta tras un desvío dentro del área y, con un disparo de primera, dejó atónito al arquero velezano.
Recién a los 39 se juntaron los habilidosos de Vélez para darle los primeros avisos a Marcos Díaz. En tres cuartos, desde el carril derecho, Orellano se la cedió a Almada y el remate a media distancia del pibe de Fuerte Apache le sacó chispas al caño transversal.
El segundo tiempo empezó más dinámico, de área a área, pero con poca precisión en los metros finales para la última decisión. Con poca transición del balón en la mitad del campo y con dos equipos rápidos en la contra se desarrolló el primer tramo del complemento. A los cinco minutos, Candia conectó en buena posición un cabezazo débil que controló el golero del Fortín y dio lugar a una serie de aproximaciones.
Vélez, que empezó a crecer por los costados y arrinconó a Huracán siendo punzante por esas vías, dependió de la genialidad de Luca Orellano para llegar a la igualdad. El rubio se deshizo de su marcador con una gambeta por la derecha, pisó la zona caliente y le rompió el arco a Marcos Díaz con un zurdazo.
Más tarde estuvo cerca otra vez el elenco de Liniers para darlo vuelta, pero el palo le negó el grito a Thiago Almada, quien había conectado un cabezazo de palomita tras el centro de Francisco Ortega desde la banda izquierda.
Se terminó salvando Huracán, cuyo único triunfo en la primera fecha comienza a quedar muy lejos y tal es la necesidad de una victoria en Parque de los Patricios que pareciera que al cuerpo técnico solo le queda una vida. Vélez vio pasar de cerca los tres puntos, pero conformó el empate de visitante después de la tremenda goleada en el Amalfitani y es positivo que el equipo haya vuelto a marcar por segunda vez en hilera tras no poder hacerlo durante seis fechas.
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