Existe un contrato de compraventa cuando dos personas acuerdan, una en comprar una cosa, la otra en venderla y fijan el precio.
Las garantías dependen de lo que las partes acuerden. Así lo dice el Código Civil: 2166. -
En caso de que el vendedor sea una empresa y el comprador un consumidor final, ahí se aplicaría la Ley de Defensa del Consumidor, que fija un plazo mínimo de garantía de 3 meses, a favor del consumidor. Y no se puede limitar la responsabilidad y otros puntos.
En el caso de que el vendedor es una empresa, el consumidor tiene derecho a arrepentirse de la compra notificando por escrito dentro de los 10 días corridos de contratado o de recibido el producto (lo último que pase), según la Ley 24.240, art. 34.
A tal efecto, corresponde poner el producto a disposición del vendedor. El vendedor paga los gastos de devolución.
Un interrogante frecuente es si las compras de segunda mano, se pueden devolver.
Si los artículos de segunda mano tienen desperfectos, el consumidor puede cambiarlos o pedir que le reintegren el dinero
Actualmente se pueden encontrar tiendas de segunda mano especializadas, algunas en muebles, otras en electrodomésticos, ropa, artículos electrónicos, etc. Comprar a través de estos comercios ofrece ciertas garantías, ya que los productos puestos a la venta se han revisado y deben cumplir los mismos requisitos que cualquier otro comercio:
Tener a la venta productos correctamente etiquetados, con los datos del fabricante; instrucciones de uso, en su caso; composición, en el caso de las prendas de ropa; información energética, en el caso de electrodomésticos; y rango de edad, en el caso de juguetes; advertencias de uso, en el caso de los productos que conlleven un riesgo; etc.
Mostrar los precios en cada artículo y las fallas respectivas, en el caso de que las hubiese.
Facilitar ticket o factura, con los datos del establecimiento, así como la garantía por escrito y sellada, si lo solicita el usuario.
En cuanto a las compras que se realizan por internet, cada vez más habituales entre los consumidores, la distinción en cuanto a garantías y reclamos en el caso de compras entre particulares o a una empresa, es la misma que se ha mencionado anteriormente.
Así, el consumidor que elige el comercio electrónico para realizar cualquier tipo de compra o solicitud de un servicio, debe saber que tiene los mismos derechos que si decide hacer la compra en una tienda física. Por lo tanto le compete, el derecho a estar informado, Derecho de desistimiento, Derecho a la entrega del producto conforme a lo contratado, Derecho a la reparación o sustitución del producto si este llega defectuoso, Derecho al servicio técnico y a la existencia de repuestos por un plazo mínimo de cinco años desde que el producto deje de fabricarse.
En el caso de compras entre particulares, es aconsejable ver el artículo antes si se puede. Si se encuentra en una ciudad distinta, el consumidor puede solicitar toda la información que considere necesaria, incluso fotos, videos, etc. El pago se debe establecer entre comprador y vendedor, pero lo más conveniente para el comprador es abonar el producto cuando se entrega en su domicilio y finalmente, asegurarse de quién paga el envío del producto y, en el caso de que haya algún problema, los gastos de envío de la devolución.
El análisis de la garantía obligatoria se inserta en un marco de protección de las relaciones entre consumidores y proveedores de artículos de consumo masivo, sean estos últimos particulares o empresas.
Corresponde, por lo tanto, revisar las características de dicho intercambio, y en particular, las cuestiones concernientes a los atributos de los bienes implicados, las conductas de quienes intervienen en la relación de consumo. A partir de la heterogeneidad de los bienes surge la importancia de la información, necesaria para identificar las diferencias de calidad existentes. Resulta evidente que las empresas o particulares, poseen un mejor conocimiento de los atributos de calidad de los productos que desean vender que los consumidores.
El problema radica en que habitualmente se entiende que obtener esta información, para los consumidores, o transmitirla, para las firmas, resulta extremadamente costoso.