Desde el 2 al 4 de octubre de 2024, la comunidad judía celebra el Año 5785. Introspección, plegarias y unión familiar.
Este miércoles 2, al atardecer, arranca el Año Nuevo Judío, también conocido como Rosh Hashaná, es una festividad importante en la tradición judía, que simboliza el inicio de un nuevo ciclo e invita a un periodo de reflexión y renovación espiritual. En esta fecha se conmemora la creación de Adán y Eva, según el relato bíblico.
Al atardecer, con la salida de la primera estrella, comienza el año 5785 y marca el inicio de diez días sagrados que incluyen el Iom Kipur (Día del Perdón), que este año se conmemora entre el viernes 11 y el sábado 12 de octubre.
Rosh Hashaná "es una especie de cumpleaños de toda la creación, especialmente del ser humano, y acompaña la alegría con la preocupación sobre qué estamos haciendo con nosotros mismos y con toda esta obra de creación", precisó Marcelo Polakoff, rabino de la comunidad judía de Córdoba.
Dicha festividad se realiza en las sinagogas y en los hogares, la primera funciona como espacio de encuentro en donde se leen plegarias alusivas y hacen sonar el tradicional Shofar en una celebración esencialmente comunitaria.
"El shofar es ese cuerno de carnero o cabra que, con un sonido ancestral, imita el llanto de un bebé que nace, como el año que está naciendo. También es un llamado a no quedarse dormidos -en el sentido espiritual del término- y vivir una vida más digna", precisó Polakoff, también comisionado del Diálogo Interreligioso del Congreso Judío Latinoamericano.
En los hogares, durante las dos noches de Rosh Hashaná, se suele hacer una cena familiar y con amigos en donde se sirve un pan especial llamado jalá agulá -un pan trenzado redondo- que hace referencia a lo cíclico y circular del año, que "empieza y termina y vuelve a recomenzar".
"En términos de lo simbólico, se come manzana con miel para hacer alusión a que el año que comienza sea bueno como una manzana, y dulce como la miel. De allí el saludo: "Shaná Tová Umetuká", explicó Polakoff.
Iom Kipur, llamado tradicionalmente Día del Perdón o de la Expiación, es el día más sagrado del calendario judío en donde se lleva a cabo un ayuno (de bebidas y alimentos) de 25 horas, tampoco se puede usar cremas o aceites, lavarse, calzarse con zapatos de cuero ni mantener relaciones sexuales.
Durante los días previos, la comunidad "solicita clemencia sobre los errores cometidos. Debemos pedir perdón a quienes hemos herido y reconciliarnos con aquellos a los que ofendimos. En principio es necesario reconocer la falta, arrepentirse de manera genuina y comprometerse a no volver a repetir el acto. Aquel a quien se solicita la disculpa debe estar dispuesto a perdonar", precisó Goldman, uno de los fundadores del Instituto de Diálogo Interreligioso (IDI).
Y agregó que el Día del Perdón "debe representar el símbolo de llegar a lo más profundo del alma, es decir al carácter de la finitud humana, en el que nos asemejamos a una persona fallecida para luego volver a resurgir".
Al momento de reflexionar sobre la actualidad, mediante el traspaso de los valores judíos, Polakoff destacó que "algunas ideas de la tradición judía pueden ayudarnos a compartir vínculos más sanos".
"La realidad que celebramos y recreamos en cada Rosh Hashaná siempre es múltiple, diversa y colorida. Lo que deseamos para 5784, como lo dice el saludo tradicional (Shaná Tová Umetuká), es que sea un año bueno y dulce", concluyó Polakoff.