Si bien a partir de una determinada edad el cinturón de seguridad es el encargado de disminuir las consecuencias ante cualquier impacto, para los bebes y niños existen los boosters o “sillitas para vehículo”.
Cuidar la salud y asegurar el bienestar de los seres queridos es fundamental. En ocasiones esto puede verse impedido por los accidentes de tránsito que, lamentablemente, ocurren a diario.
Si bien a partir de una determinada edad, el cinturón de seguridad es el encargado de disminuir las consecuencias ante cualquier impacto, para los bebes y niños existen los boosters o “sillitas para vehículo”. Con el paso del tiempo, quedó demostrado que estos objetos son capaces de salvar vidas y de prevenir lesiones graves.
Cuando viajan menores de 10 años de edad, esta herramienta es la que mayor seguridad brinda y, además, es obligatoria.
Por lo general, se buscan boosters modernos, dado que éstos no solo son estéticos sino que también cuentan con una tecnología que, además de brindar seguridad, brindan confort a los más pequeños. Las sillas ergonómicas y acolchadas suelen ser las más elegidas porque son cómodas hasta para descansar.
Al momento de elegir una de estas sillitas suelen presentarse varias dudas y, dentro de las más habituales, se encuentran aquellas que hacen referencia al diseño, la edad hasta la cual debe usarse y el peso que soportan.
Lo más importante, por supuesto, es que su diseño esté pensado exclusivamente para un transporte sin riesgos y, como consecuencia, un dato primordial es que se encuentre aprobado por el organismo que corresponde a cada país.
Por otra parte, debe confirmarse que el modelo elegido se adapte al vehículo propio. En este caso, se debe realizar una verificación respecto al sistema de sujeción del vehículo y evaluar las instrucciones de la sillita para determinar la compatibilidad.
Los boosters se dividen en grupos dependiendo del percentil de los más pequeños.
- Grupo 0: prematuros, de 0 a 6 meses o hasta 10kg;
- Grupo 0+: desde los 0 hasta los 15 meses con un máximo de 13kg;
- Grupo 1: para los niños de 9 meses a 4 años y desde los 9 a los 18kg;
- Grupo 2: infantes de 4 a 6 años y un peso de 15 a 25kg;
- Grupo 3: para niños de 6 a 12 años pesando de 22 a 36kg.
El sentido de ubicación de la sillita es a contramarcha para los tres primeros casos y en sentido hacia el frente para el resto.
Existen diferentes sistemas de anclaje de los boosters.
- Sistema clásico: a través del cinturón de seguridad;
- Sistema Isofix: aptos para las butacas de los tres primeros grupos etarios;
- Sistema Latch: se trata de aquel en donde la sillita no solamente queda fijada mediante el cinturón de seguridad, sino que se ancla a la carrocería del vehículo. Esto genera una disminución en la rotación hacia adelante.
Un punto fundamental a la hora de elegir una sillita es el confort para quien la va a utilizar. Por lo general, la pregunta más frecuente e importante es aquella que refiere al tipo de tela con la que está fabricada, es decir, si es antitranspirante o no.
A su vez, también deben tenerse en cuenta los reductores para el caso de un recién nacido, las posiciones para reclinarla y si el apoyacabeza es regulable.
Por otra parte, otro factor fundamental suele ser la higiene de la sillita. Muchas personas optan por comprar una que cuente con cubierta desmontable para poder retirarla y lavarla las veces que sean necesarias.
Algunas marcas crearon un método que se llama “SecureGuard” y se trata de un sistema que agrega otro punto de anclaje en el cinturón de los boosters de las categorías 2 y 3. Esto conlleva a una posición de mayor seguridad porque se mantiene sobre la pelvis de la persona y, de esta manera, se distribuye mejor la fuerza del impacto en el caso de alguna colisión frontal.
Muchas personas eligen el clásico huevito para el primer año de vida y, más adelante, cambian a la silla del grupo 1.
Si bien es cierto que se necesita un mayor presupuesto para adquirirlas, existen sillas todo en uno que son sumamente útiles para todos los grupos, es decir, para diferentes edades y pesos a medida que el niño crece.
El mercado ofrece una interesante variedad de boosters y algunos de los modelos más innovadores cuentan con sensores integrados que envían notificaciones que previenen los riesgos en el vehículo, tales como si el niño se desabrocha la cinta de seguridad, si la temperatura no es la adecuada o si hace mucho tiempo que está sentado, entre otros.
Estas funciones que dependen de cada uno de los modelos, funcionan paralelamente con aplicaciones que pueden descargarse en el teléfono inteligente. Las mismas tienen diferentes funciones como alarmas con sonidos y mensajes de texto a los contactos de emergencia que se hayan registrado.
El respaldo es un punto importante, sobre todo en los grupos 2 y 4. Lo recomendable es un cabezal que proteja la cabeza y los hombros por igual.
La duración de cada sillita depende de cada fabricante, además del uso y el cuidado que se le brinde. Por lo general, la vida útil suele ser de entre 6 y 10 años.
De todas formas, si la misma sufrió un golpe fuerte como consecuencia de un impacto, debe cambiarse inmediatamente.
Dependiendo del lugar del que se trate, los bebes o niños hasta una determinada edad, deben viajar en el asiento trasero del vehículo.
Más allá de las diferentes normativas respecto al país, el asiento trasero es mucho más seguro al momento de un viaje con niños.
Si bien es una conducta incorporada y que, en ocasiones, se realiza de manera inconsciente, se recomienda a quienes conducen que no se inclinen o giren al asiento trasero para corroborar la seguridad del bebé o niño.
Si se utilizan boosters, se debe confiar plenamente en que la persona se encuentra sujetada correctamente y de forma segura. De esta manera, el conductor debe enfocarse plenamente en lo que ocurre en la calle o ruta.
Lo que sí puede utilizarse es el espejo retrovisor para realizar un control que no entorpezca la conducción y, en el caso de que surja algún inconveniente, se recomienda encontrar un sitio seguro para frenar y resolverlo con tranquilidad.
Otro punto relacionado es el de las prendas de vestir. Quien conduce el vehículo debe considerar no vestir al bebé o niño con prendas muy abultadas como suelen ser las de invierno o ropa de nieve porque las mismas pueden contraerse en caso de un siniestro y dejar las correas flojas, haciendo que las mismas no retengan al pequeño y, como consecuencia, aumente el riesgo de lesiones.
Lo ideal es vestirlos con capas delgadas de prendas y que, en todo caso, se lo cubra con alguna manta si las temperaturas son frías.
Los boosters protegen, sin duda alguna, a los más pequeños a la hora de viajar. No importa si se trata de pocas cuadras o de viajes largos, ellos deben estar seguros ante cualquier eventualidad. Por este motivo, es importante conocer en detalle qué aspectos deben tenerse en cuenta al momento de elegir la adecuada para cada momento.
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