La justicia detuvo este martes al jefe del Regimiento de Caballería de Exploración número 12 de la ciudad de Gualeguaychú, Juan Facundo Candioti, acusado de encubrir presuntos abusos contra tres soldados mujeres.
La Justicia solicitó además la detención de uno de los dos suboficiales implicados en el hecho, en el que se denunció además hostigamiento y amenazas por parte de los integrantes de la fuerza.
Los procedimientos estuvieron a cargo de Sergio Salinas, Jefe de Gendarmería de Gualeguaychú, junto al personal del Escuadrón N° 56 y la Unidad de Reunión de Información de esa ciudad entrerriana.
Tras conocerse la detención, desde el Ejército Argentino emitieron un comunicado para explicar "las siguientes medidas adoptadas", "que resulten necesarias para la contención de las presuntas víctimas".
El comunicado completo señala:
El Comandante de la Brigada Blindada II con asiento en la ciudad de Paraná, como organismo superior jerárquico del actual Escuadrón de Exploración de Caballería Blindado 2, junto a personal de la Oficina de Género del mismo, se desplazaron a la Guarnición Ejército Gualeguaychú, a efectos de llevar adelante las medidas de apoyo que resulten necesarias para la contención de las presuntas víctimas.
La Brigada ha dado intervención a su Secretaría Jurídica para iniciar las actuaciones disciplinarias correspondientes.
El Ejército continúa a disposición de las autoridades judiciales a fin de colaborar con sus requerimientos, y mantiene activo su protocolo institucional para casos de violencia de género.
Las denuncias son por abuso sexual por parte de dos suboficiales, uno que está radicado en Paraná, ya fue procesado y está camino a juicio, mientras que otro reside en Campo de Mayo, donde la Gendarmería –por orden del juez Viri– también dispuso su detención.
Los procedimientos fueron en conjunto con otros en la casa particular de los implicados, donde además se buscaron pruebas: en el regimiento se tomaron las imágenes de las cámaras de seguridad con las se habría hecho un seguimiento a las víctimas.
Las tres jóvenes, que tienen entre 21 y 24 años, acusaron a los dos suboficiales por abusos sexuales que incluyeron tocamientos, hostigamiento permanente, y amenazas para que no hagan las denuncias correspondientes.