Un poco de historia
Quienes tengan una mediana edad (o los estudiosos de la historia de los medios de comunicación), podrán recordar los cierres de las programaciones de los canales de aire a cargo de un sacerdote con menor o mayor carisma. Entre los más simpáticos, estuvo el padre José María Lombardero, un cura bonachón y cercano a los niños, que llegó hasta grabar un disco de canciones religiosas infantiles. Con la irrupción de la TV por cable, aparecieron los primeros evangelistas mediáticos como el Pastor Gimenez. Y más tarde y firmes desde hace años, los cierres del cable y la televisión abierta fueron copados por los evangelistas brasileños (o con acento portuñol) que invitaban a parar de sufrir y lograr la prosperidad material tan deseada.
Marketing religioso Siglo XXI
En el presente, a la hora del comunicación basada en el marketing religioso, mandan las redes sociales, las multiplataformas y los ministros más descontracturados, actualizados, vestidos con buenos trajes, y con un mensaje sencillo y cercano a la gente que invita a compartir la fe en Cristo y la posibilidad de obtener, al mismo tiempo, logros espirituales y económicos.
Siguiendo esta línea de comunicación, encontramos a Dante Gebel, un actor y pastor nacido en la Argentina -hace casi 52 años- pero radicado en California, donde goza de un gran reconocimiento y una enorme audiencia en redes sociales. Sus servicios religiosos personales son multitudinarias. Sus videos en YouTube tienen cientos de miles de reproducciones. Su cuenta de Instagram superó el millón de seguidores. También motiva a sus seguidores a realizar obras de bien público, como la misión a Uganda, donde asistieron a una aldea con muchas necesidades básicas insatisfechas.
Las últimas 72 horas
El martes pasado, Diario Popular presentó en un informe sobre Gebel basado en su particular estilo público revelado por una serie de fotgrafías y sus declaraciones posteriores sobre esas imágenes en las que se lo podía ver al frente de su Iglesia (River Church), de la ciudad californiana de Amhein, y con una Ferrari F355 Spider giallo color amarillo detrás de él, que había recibido como "siembra" (donación). El ministro explicó que "Dios bendice extravagantemente", y que había vuelto a donar ese vehículo deportivo.
La repercusión de esa nota fue extraordinaria. Sus seguidores (la mayoría) lo elogiaban y reclamaban que se informara que esa Ferrari había sido donada por Gebel, lo cual se hizo, pero indicando que no se sabía el modo de desprendimiento (remate, venta directa) ni cómo se habían distribuído esos fondos. No se tiene registro de denuncias sobre el pastor, ni era el motivo de la nota. Pero el interés del público frente al informe demuestra lo poco usual o "extravagante" -para usar las palabras del propio Gebel- que resulta para los argentinos ver a un pastor en una Ferrari, aunque la haya donado después (él mismo declaró que se la quedó quizás "una semanita").
Pero el pastor, también tuvo detractores (los menos) quienes solo dieron opiniones negativas, sin ningún otro fundamento que sus propios pareceres.
La Divina Noche de Dante. El juego de las coincidencias
De la mano del reconocido conductor y periodista Mario Pergolini y desde abril pasado, Gebel desembarcó mediáticamente en la Argentina con su "microprograma diario de reflexiones", la "Divina Noche de Dante", de lunes a viernes, a las 22, por VORTERIX.COM, en el canal de VORTERIX de YouTube y el canal 502 de FLOW. La idea del programa local surgió en marzo pasado, cuando Gebel fuera entrevistado por Mario Pergolini -de quien es amigo- y las redes explotaran con miles de visitas y mensajes positivos sobre el pastor
El título del programa del "pastor de la Ferrari" alude a la "Divina Comedia" de Dante Alighieri, padre de la lengua italiana, obra literaria del siglo XIII y escrita en verso, que se divide en tres partes: Infierno, Paraíso y Purgatorio. Y aquí encontramos la primera coincidencia. No es el verso (aunque el pastor tiene una buena verba), es el título.
Cuando Alighieri se pierde en el Infierno, lo lleva de la mano el poeta Virgilio. A Dante Gebel lo acompaña en la Argentina de hoy (complicada pero muy lejos de ser un infierno), Pergolini, que no es poeta pero si comunicador, lo cual implica otra conexión entre ambos Dante.
En el segundo capítulo de la Divina Comedia, el Purgatorio donde limpian sus pecados quienes aspiran al Cielo pero tienen deudas pendientes. Y, por último, Alighieri llega al Paraíso, donde se describen nueve círculos concéntricos. Es aquí donde surge una pregunta: ¿el episodio de la Ferrari podría ubicar al pastor en el segundo Círculo, el de Mercurio, donde residen los que hicieron el bien para obtener gloria y fama?. Solo Dios y Gebel saben si es otra coincidencia entre la Divina Comedia y el conductor de la Divina Noche.
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