La Justicia porteña rechazó el recurso interpuesto por la empresa Rodo, y confirmó la disposición del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires por la que se le impuso una multa de $50.000, por infracción al artículo 11° de la ley 24.240 de Defensa al Consumidor, según informa el portal ijudicial.
La multa impuesta responde a la denuncia de un consumidor, quien había adquirido en un establecimiento de la compañía un televisor LG de 32 pulgadas modelo LN 540 B.
En el lugar de entrega del aparato, un empleado abrió la caja, le mostró sus componentes y mostró parcialmente la pantalla, no tomando nota en el momento falla alguna.
Multaron a una cadena de supermercados por no dar de baja una tarjeta de crédito
De todos modos, en el mismo día, después de instalar el televisor comprobó que al encenderlo la pantalla tenía una rajadura.
Al efectuar el reclamo, el empleado que lo atendió negó cualquier tipo de responsabilidad de la empresa.
Luego, en el servicio técnico oficial de LG le informaron que debería cambiar la pantalla y que no era posible porque además de ser un arreglo sumamente costoso, no era posible dado que no contaban con los repuestos
no contaban con los repuestos, la margen del elevado costo de la reparación.
La medida fue tomada por la Sala III de la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo y Tributario, con una mayoría conformada por Esteban Centanaro y Hugo Zuleta, y la disidencia de Gabriela Seijas,