Profanaron otra iglesia: esta vez en Córdoba

Los desconocidos se llevaron también del templo ubicado en la diócesis de Cruz del Eje una custodia con la hostia consagrada además de intentar incendiar un confesionario. Feligreses de la parroquia atacada decidieron efectuar un abrazo simbólico en el lugar, Vélez Sársfield 35, como gesto de desagravio para el centenario santuario.

 Según informó el diario cordobés La Voz del Interior, la agresión también incluyó la quema del pórtico, la sustracción de imágenes sagradas de la nave principal y la rotura de un antiguo Cristo de tamaño natural, al que le arrancaron los brazos y la cabeza.

Fernando Diz, periodista de esa localidad del valle de Punilla, ubicada a 110 kilómetros de la ciudad de Córdoba aseguró que una de las hipótesis "más consistentes" que evalúan "los investigadores del caso atribuye la autoría del ataque a integrantes de algún grupo esotérico". Capilla del Monte es uno de los principales destinos nacionales para los cultores del turismo místico y amante de los fenómenos cósmicos, atraídos por el mítico cerro Uritorco.

 Según la investigación, la parroquia habría sido profanada mientras llovía fuertemente el domingo entre las 16:00 y las 18:30, poco antes de la tradicional misa de las 19:00 que se transmite en directo para todo el pueblo por la FM 92,3. El intendente de Capilla del Monte, Gustavo Sez, resaltó que no es la primera vez que la parroquia sufre un ataque violento.

 Para el sacerdote Guillermo Gómez, el ataque "pone en evidencia el odio y una enfermedad interior" de los profanadores.

El actual edificio de la iglesia San Antonio de Padua se construyó sobre un cementerio aborigen, abrió sus puertas en 1908 y su primer párroco fue Arturo Gómez Morón.

 En los últimos dos meses, con este episodio se concretaron tres profanaciones a templos católicos y dos a la Primera Iglesia Metodista en la Argentina.

El 25 de septiembre, alumnos del Colegio Nacional Buenos Aires realizaron pintadas y ocasionaron destrozos en la parroquia San Ignacio de Loyola, el templo más antiguo de la ciudad de Buenos Aires, luego de acceder por un túnel que une ambos edificios en medio de una toma estudiantil, según recordó la agencia AICA.