San Cayetano: la fe que siempre se renueva

Centenares de fieles de distintas localidades de todo el país colmaron el santuario de San Cayetano ubicado en el barrio porteño de Liniers, luego de realizar varias cuadras de fila para ingresar al templo y festejar el día del Patrono del Pan y el Trabajo, que se sigue celebrando hoy en todo el país.

Muchos devotos se acercan tanto para pedir salud y trabajo, como así también hay otros que llegaban para cumplir promesas, en una manifestación de devoción popular y fe cuya misa central será presidida a las 11 por el arzobispo de Buenos Aires, cardenal Mario Poli.

Seleccionado por los propios fieles a través de una votación, el lema de este año es “San Cayetano, amigo de los trabajadores, danos paz, justicia e igualdad”.

En el lugar, la imagen de San Cayetano recorrió la fila alrededor de las 17 para bendecir a los peregrinos y las puertas del templo se cerraron a las 19 para volver a abrirse en el primer minuto del 7 de agosto, cuando el obispo auxiliar de Buenos Aires y vicario episcopal de la Zona Devoto, monseñor Juan Carlos Ares, le dio el paso a la gente, tras impartirles la bendición.

Luego, se comenzaron a oficiar misas cada hora a partir de las 4 y culminaron a las 11, cuando tuvo lugar la central, comandada por Poli. Más tarde, entre las 13 y las 23, las misas tendrán lugar cada dos horas en el altar levantado sobre la calle Cuzco.

San Cayetano

José Brusco

Más de mil servidores laicos de todas las edades están al servicio del peregrino en la calle y en el santuario. En tanto, jóvenes scouts reparten pan, caldo y mate cocido.

En tanto, con cuatro rosarios colgando del cuello y tres pulseras con diferentes santos, la italiana María Gabriela Zingalo, de 77 años, que vive desde chica en la localidad bonaerense de Ituzaingó y hace 54 años va a pedir por San Cayetano, resaltó: “Vengo a agradecerle al santito porque todo lo que pido, me lo da. La fe te da fortaleza para seguir en esta vida. Pero no me quejo porque todos en mi familia tenemos trabajo y salud”.

Los fieles coincidieron en su asombro por la baja concurrencia de creyentes en días previos a la celebración, ya que las filas en años anteriores llenaban casi siete cuadras con carpas que llegaban hasta el estadio del club Atlético Vélez Sarsfield sobre la Avenida Juan B. Justo. De todos modos, la asistencia comenzó a subir llegada la noche y se espera que continúe durante la jornada de hoy.