Cientos de fieles acudieron este martes a la parroquia Nuestra Señora de Balvanera, en la ciudad de Buenos Aires, para agradecer por las promesas cumplidas y pedir por la familia, la salud y el trabajo en la celebración en honor a San Expedito, el patrono de las causas urgentes.
“Yo pido por mi familia, nombro al que necesita y se destraba”, contó a la agencia Télam Nélida, de 69 años, que desde hace dos décadas viene desde Merlo a la parroquia ubicada en Bartolomé Mitre 2411, en el barrio porteño de Balvanera, para agradecer, pedir protección para sus seres queridos y milagros a San Expedito.
Mónica, una enfermera que viaja cada año desde Florencio Varela, en su sur del conurbano bonaerense, contó entre lágrimas, anécdotas sobre las vidas milagrosas que se salvaron gracias a las promesas cumplidas por San Expedito.
A San Expedito también se lo considera patrono de los jóvenes, socorro de los estudiantes, mediador en procesos y juicios, y protector de la familia y de los enfermos.
Cientos de familias y muchos jóvenes se agolpaban frente a un escenario armado fuera de la parroquia, con las manos en alto portando llaves, velas y ramos de Olivo para recibir la bendición de un cura que les arrojaba agua bendita, en una celebración que este año se tituló “Con San Expedito pedimos por las familias”.
“Ponemos nuestras necesidades en las manos de Dios, nombremos a otros por los que venimos a pedir y que bendiga a nuestras familias, a las llaves de nuestros hogares y que se cierren las puertas a la violencia y al mal”, rezaba el padre para los fieles, en medio de una tenaz llovizna.
Las calles Bartolomé Mitre y Azcuénaga se colmaron de fieles que hacían filas para entrar a la parroquia y tocar a San Expedito, mientras otros compraban velas, imágenes, pulseras, pañuelos y estatuillas, que vendedores ambulantes ofrecían a “3 por 10 pesos, las velas”, “ramos de Olivo, a voluntad” o “estampitas a 5 pesos”.
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