Dos chicos de 12 años escaparon en un auto y aparecieron a 450 km de su casa en Bahía Blanca. El insólito hecho ocurrió el último fin de semana y todavía genera asombro sobre las horas en la que los menores manejaron sin ser detenidos.
Los jóvenes aparecieron en General Villegas, a 4 horas de su ciudad natal y allí se pudo confirmar el plan había ideado. En principio iban a visitar a una amiga en dicha localidad y luego se dirigirían a Rosario, provincia de Santa Fe, para alojarse en la casa de la mamá de uno de ellos, según informó el portal La Brújula 24.
Todo comenzó el sábado a primera hora cuando uno de los menores le avisó al otro por WhatsApp que lo pasaría a buscar con el Volkswagen Gol Power negro de su papá y se irían de viaje. Tras acordar un punto de encuentro comenzaron con la temible travesía.
Fue el dueño del auto quien hizo la denuncia al manifestar que ni su hijo ni el vehículo se hallaban en la vivienda. Desde ese momento comenzó un trabajo en conjunto con la Policía de Comisaría 6ta y sus colegas de General Villegas.
Un amigo de ellos fue clave para la investigación ya que advirtió que los jóvenes le habían enviado un mensaje dando a conocer el plan que habían ideado.
En su relato, los adolescentes también confirmaron que en el camino levantaron a un hombre que hacía dedo y que -en agradecimiento- les dio plata para cargar nafta, algo que hicieron más adelante.
“Ahora estoy un poco más tranquilo, sabiendo que el nene está bien y que esto no pasó a mayores. Pero muy indignado con la seguridad, porque se gastan tanta plata en cámaras y no entiendo cómo no vieron nada. Incluso les dije que podían haber ido para el lado de Villegas”, relató el dueño del auto a La Brújula 24, portal de Bahía Blanca.
A modo de análisis, comentó que “la madre nos dejó hace 6 meses y recién ahora empezó a tener contacto con él. Nosotros siempre la hemos luchado como pudimos, yo laburaba en Villegas, por eso él conocía la ruta. Pero renuncié y me tuve que quedar acá con ellos porque me tocó criarlos solo, a él y sus dos hermanas”.
“El sábado a la mañana se levantó a eso de las 9, se levantó, agarró el auto y salió. Pasó a buscar a un compañerito, se llevó el auto y 10 mil pesos. No entiendo tampoco cómo una estación de servicio le vendió nafta a un menor. Hablé con el que le cargó, en Don Bosco y el canal, y dice que ellos no pueden hacer nada porque no le corresponde”, aseveró.
Y agregó: “Mi hijo está acostumbrado a andar con personas grandes para todos lados, conmigo, maneja karting, hacía dos días que me había pedido manejar y dimos una vuelta en un descampado. Ya tenía noción, pero nunca había agarrado solo el auto. Nunca lo dejé ni ir a la esquina”.
En esa misma línea, Juan señaló que “a la hermana le dijo que quería ir a ver a una noviecita, que se estaban escribiendo por WhatsApp. Por eso le pedí a la policía que cortara la ruta, porque se fue para aquel lado”.
“Sabe que se la mandó en grande, está consciente de eso y tiene miedo”, argumentó.
Sin dudas esta historia genera incertidumbre pero también asombro ya que nadie comprende como los dos menores condujeron tantos kilómetros sin ser alertados por otros conductores o la propia Policía.
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