Tragedia de Austral: comenzó el juicio con el reclamo de los familiares

Mientras los familiares reclamaron “terminar de sostener un duelo” ya que se trató de “la tragedia de la corrupción”.

La lectura del requerimiento de elevación a juicio y la lista de los acusados ante el Tribunal Oral Federal (TOF) 5 de la ciudad de Buenos Aires se realizó en los tribunales de Comodoro Py con la presencia de familiares de las víctimas, algunas de las cuales son querellantes.

Luego se pasó a un cuarto intermedio hasta el martes 9 de abril y, de acuerdo a la cantidad de testigos, el juicio podría durar dos años ya que las jornadas de debate oral se realizarán sólo los martes.

Con carteles en los que se leía “Austral 2553 eran aviones de descarte”, “Jueces funcionales a la corrupción” y “Fiscal de que lado estás”, los familiares reclamaron poder terminar con su duelo que ya lleva casi 22 años.

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Soledad Cesere, familiar de una de las 74 víctimas, dijo a la agencia Télam que “estas muertes están cargadas de impunidad, es tramitar la muerte sin cuerpo con el sabor de la tragedia de la corrupción de lo que se podría haber evitado”.

"Soportamos el dolor de la muerte cargado de todo eso y tratamos de sostener un duelo que todavía no terminamos de elaborar completamente y verdaderamente porque acá hay algo que todavía está impune”, detalló la mujer.

Silvina Rumachella, abogada querellante y familiar de una víctima, aseguró que “ha sido muy duro llegar hasta acá, hubo intentos denodados por voltear la causa. La verdad ya la tenemos, lo que hace falta es que se establezcan las responsabilidades y que se empiezan a cerrar las heridas”

Precisó además que el avión de Austral no debía volar porque carecía de una alarma de instalación obligatoria que en la Argentina estaba desde 1987. Los pilotos estaban subentrenados porque Austral había obtenido dispensas ilegales por parte de la Fuerza Aérea”.

El inicio de la primera audiencia de juicio tuvo un retraso por el reclamo de los familiares querellantes que fueron ubicados en el sector del público, y divididos por un blindex, en vez de sentarlos junto a sus abogados y los imputados.