La temperatura apenas llegó a los 22 grados en otra jornada destemplada. Pero como hubo pocas nubes, la gente pudo disfrutar de la playa y del aire libre. Hoy, la cosa empieza a mejorar.

Dicen los que más saben que es cuestión de horas. Que desde hoy los termómetros empezarán a ofrecer mejores noticias con días soleados y alguna térmica que acaricie los 30 grados. Ayer, sin embargo, todavía quedaban restos del aire fresco que había afectado a la costa en los últimos días y que alejó a los turistas de la playa y, más aún del mar.

Después de una mañana con algunas nubes en la que los planes del día incluyeron las alternativas que se habían manejado durante un fin de semana con bocanadas de aire muy fresco, el sol se desperezó en el cielo donde ganó una posición de privilegio, adueñándose del paisaje e invitando a la gran mayoría a salir en busca de algún lugar al aire libre para tomar sol.

Claro que, pese a la fuerza de los rayos solares -que se hicieron sentir y calentaron la arena- la temperatura máxima apenas superó los 22 grados.

No había viento, al menos no ése tan intenso de los últimos días; pero como la brisa siguió siendo fría, el registro del mercurio nunca pudo llegar a niveles propios del verano.

Para muchos no fue impedimento para darle rienda suelta a las ganas contenidas de pasar por la playa, tenderse sobre la arena y hasta uno que otro chapuzón en el mar. Bajo esas condiciones avanzó la tarde, con nubes (algunas de considerable tamaño y preocupante aspecto) recorriendo el firmamento, pero con la calidez de un sol que supo ingeniárselas para estar presente durante varias horas.

El elemento común de los últimos días, entre los que no renunciaron a pasar un rato por la playa, fue el de mirar hacia un sector del horizonte para decir “¡qué lindo día!” y, al mismo tiempo, mirar hacia el otro lado y exclamar “¡Uh, la tormenta que se viene!”. Pues bien, ese panorama se modificó sensiblemente ayer cuando, la lluvia, no apareció como una amenaza cercana a lo largo de tarde. A tal punto que muchos decidieron regresar con todos sus petates a la arena, dispuestos a pasar buena parte del día al aire libre.

De todas formas, la mejor noticia que recorrió de boca en boca (todas ellas sonrientes) a los veraneantes de Mar del Plata y zonas cercanas, es el anuncio de lo que se viene:una semana a pleno sol y con cada vez más calor. Y con él, seguramente, llegará el aluvión de gente que caracterizó a estas vacaciones. Entonces, a preparar de nuevo la malla y las ojotas.

Buen arranque de quincena

Operadores turísticos aseguraron ayer que el balance de la primera quincena de enero fue positivo en cuanto al arribo de veraneantes, y que hay buenas expectativas de cara al recambio turístico de la segunda quincena, con reservas hoteleras superiores al 80% sobre unas 66 mil plazas.

“A partir del último viernes, arribó mucha gente a la ciudad, y aunque los datos numéricos sobre el movimiento turístico los conoceremos con precisión en los próximos días, vemos que es mayor que la temporada pasada”, dijo el presidente de la Asociación de Empresarios Hoteleros Gastronómicos (AEHG), Avedis Sahakian.

De acuerdo a las estimaciones de la AEHG, en la segunda semana de la primera quincena de enero la ocupación hotelera alcanzó un 77%, mientras que el último fin de semana el porcentaje de reservas fue superior al 84%.

“Las perspectivas son buenas porque la segunda quincena siempre es la más fuerte, y creemos que están funcionado muy bien cuestiones como las promociones lanzadas a través del Banco Provincia y los trabajos hechos en las playas públicas por la gobernación”, dijo Sahakian.

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