Los cañeros tucumanos en alerta por la propuesta de derogación de la Ley de Azúcar

Los trabajadores de la caña de azúcar y sus derivados de la provincia de Tucumán se declararon en “estado de alerta” ante la amenaza que representan para la totalidad de la actividad -la más importante del Noroeste de la Argentina (NOA)-, los contenidos relacionados con el sector incluidos en el proyecto de ley ómnibus presentado por el Poder Ejecutivo al Congreso de la Nación.

En línea con lo planteado por los industriales nucleados en el Centro Azucarero Argentino (CAA), la FOTIA rechazó la derogación de la Ley del azúcar 25.715 y las modificaciones que se proponen en el proyecto del Ejecutivo a la Ley de Biocombustibles 27.640, porque generan “un grave riesgo de subsistencia a la principal actividad productiva del Noroeste Argentino” y la pérdida de “una inmensa cantidad de fuentes de trabajo”.

Preocupación de los gobernadores de Tucumán y Jujuy

El gobernador de Tucumán, Osvaldo Jaldo, planteó el error que significaría derogar la Ley del Azúcar durante una reunión con el ministro del Interior, Guillermo Francos, en tanto que el gobernador de Jujuy, Carlos Sadir, atendió las preocupaciones de los ingenios y cañeros de su provincia con quienes acordó una agenda de trabajo para buscar alternativas en defensa de la producción local.

En el comunicado titulado “Los trabajadores de la actividad de la caña de azúcar y sus derivados en estado de alerta por el proyecto de ley ómnibus que presentó el Poder Ejecutivo”, la FOTIA puntualizó que “la actividad sucroalcoholera dentro de la Argentina representa un empleo directo de aproximadamente 58.000 personas e indirectamente brinda trabajo a más de 140.000 trabajadores”.

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Comunicado de FOTIA

La FOTIA advirtió en el documento que “sabiendo que el mercado internacional sufre severas fluctuaciones” y siendo el del azúcar “uno de los más regulados en el mundo por subsidios, restricciones y protecciones de muchos países”, la derogación de la ley 25.715 y consecuente apertura del mercado interno, colocará al sector en una “situación de desprotección absoluta” ante la posibilidad de ingreso de azúcar de otras partes del mundo que “afectaría la producción local y el trabajo de muchas familias argentinas”.

En cuanto a la propuesta de modificación que el Gobierno pretende en la Ley de Biocombustibles 27.640, que tiene vigencia hasta 2030, la FOTIA señala que “se contrapone a la posibilidad de que los empleadores realicen inversiones y mejoras en la producción de bioetanol de caña de azúcar y proporcionen nuevas fuentes de empleos, ya que esto limita la seguridad jurídica que marcaría una estabilidad en el tiempo”.

La FOTIA interpreta que si el proyecto prospera “se podrá importar libremente alcohol, se podrá disminuir el porcentaje de mezcla (de bioetanol) con las naftas y directamente generará una desocupación de efectos insospechados”.

Los trabajadores consideraron que “en la actualidad la actividad se desarrolla en un marco de armonía y con intenciones de un crecimiento en todos los sectores” y se declararon “comprometidos en el mejoramiento y aumento de la productividad sucroalcoholera. Propiciamos que se estudie acabadamente el tema -dijeron- a los fines de que se mejore y aumente la empleabilidad” y advirtieron que “de proseguir esta vía” se perderán “una inmensa cantidad de fuentes de trabajo”.