Asomado a la ventana del Palacio Apostólico del Vaticano para rezar el Ángelus -oración de la religión católica en recuerdo de la Anunciación y Encarnación del Verbo- a la Madre de Dios con los peregrinos, el Papa Francisco meditó sobre una historia de corrupción que relató Jesús.
“Un administrador deshonesto, que roba y después, cuando es descubierto por su amo, actúa con astucia para salir de esa situación”, explicó Jesús a sus discípulos. ¿En qué consiste esta astucia -él es un corrupto- y qué quiere decirnos Jesús?, preguntó Francisco. El administrador deshonesto – explicó el Papa - “no se da por vencido, no se resigna a su destino y no se hace la víctima”. Busca una solución, es “ingenioso”.
“Para heredar la vida eterna no es necesario acumular los bienes de este mundo -como lo hace el protagonista de la historia de Jesús- lo que cuenta es la caridad que habremos vivido en nuestras relaciones fraternas. Esta es la invitación de Jesús: no uséis los bienes de este mundo solo para vosotros mismos y para vuestro egoísmo, sino utilizadlos para generar amistades, para crear relaciones buenas, para actuar en la caridad, para promover la fraternidad y ejercer el cuidado hacia los más débiles”, expresó el Papa.
El Obispo de Roma constató que también hoy en día hay historias de corrupción como la que el Evangelio nos cuenta: conductas deshonestas, políticas injustas, egoísmos que dominan las elecciones de los individuos y de las instituciones, y tantas otras situaciones oscuras. Pero a los cristianos –dijo- no se nos permite desanimarnos o, peor aún, dejarlo pasar, permanecer indiferentes.
“Al contrario, estamos llamados a ser creativos en el hacer el bien, con la prudencia y la astucia del Evangelio, usando los bienes de este mundo -no solo los materiales, sino todos los dones que hemos recibido del Señor- no para enriquecernos a nosotros mismos, sino para generar amor fraterno y amistad social. Esto es muy importante: con nuestra actitud, generar amistad social”, sentenció su reflexión.
Además de reflexionar sobre el Evangelio, Francisco dio gracias a Dios por el viaje a Kazajistán, realizado en días anteriores, y dijo que hablará de él en la Audiencia General del próximo miércoles. También se refirió a los enfrentamientos entre Azerbaiyán y Armenia y expresó su cercanía espiritual a las familias de las víctimas y exhortó a las partes a respetar el alto el fuego, con vistas a un acuerdo de paz.