En una de las mas contundentes declaraciones sobre la invasión a Ucrania desde su inicio, el 24 de febrero, el Papa Francisco dijo a miles de personas congregadas en la Plaza San Pedro para rezar el Angelus re que cada día trae más atrocidades en lo que es una "masacre sin sentido".
"No hay justificación para esto", enfatizó Francisco, en referencia al conflicto entre Rusia y Ucrania que crece en intensidad cada día y provoca más víctimas inocentes.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, dijo que lanzó la invasión para defender a rusoparlantes del este de Ucrania del Gobierno antirruso de Kiev y porque el país pretende ingresar a la OTAN, lo que lo dejaría bajo la órbita militar de Estados Unidos, alentado por Washington.
Francisco no ha mencionado a Rusia en sus múltiples condenas a la invasión, aunque en sus primeros días fue personalmente a la embajada rusa en el Vaticano y se entrevistó con el jefe de la legación.
Por lo general, los pontífices han denunciado las guerras y sus devastadores efectos sobre la población civil sin citar a los belicistas por su nombre.
Francisco se ha involucrado en gran medida para solucionar la invasión rusa a Ucrania. Ha enviado a un cardenal polaco al país a expresar su solidaridad y ha donado material sanitario para los los refugiados de la guerra.
Varias veces reclamó el fin de las hostilidades, la apertura de corredores para la evacuación de civiles de ciudades o su salida del país y que el conflicto se resuelva por la vía diplomática.
"Ruego a todos los actores de la comunidad internacional que realmente se comprometan a poner fin a esta guerra repulsiva, resaltó hoy el Papa.
"Todo esto es inhumano, es más, también es un sacrilegio porque va contra la sacralidad de la vida humana. Sobre todo, contra la vida humana indefensa, que debe ser respetada y protegida, no eliminada, y que está por delante de cualquier estrategia, exclamó el Santo Padre.
"La verdadera solución es la conversión -exclamó el Papa-. Es una invitación apremiante -subrayó-, especialmente en este tiempo de Cuaresma. Acojámosla con el corazón abierto.
"Convirtámonos del mal, renunciemos a ese pecado que nos seduce, abrámonos a la lógica del el Evangelio: porque donde reina el amor y la fraternidad. El mal no tiene más poder, resaltó Francisco