La reunión duró más de los previsto, ya que se esperaba un coloquio de media hora en el que también participaron el secretario de Estado, Pietro Parolin y el "ministro de Exteriores" vaticano, Richard Gallagher.
El Vaticano explicó en un comunicado que entre los temas tratados se habló "del papel de la Iglesia en el país, el compromiso para la salvaguardia del ambiente, la defensa y la promoción de la familia".
También difundió unas fotografías en las que se ve a todos los participantes sentados, cada delegación frente a la otra, en uno de los salones del museo de Bellas Artes, adyacente a la plaza de los Héroes donde se celebró la misa.
Se trata del primer encuentro de Orbán y Francisco, que se habían sólo saludado en un par de ocasiones en Vaticano durante las reuniones de líderes políticos cristianos europeos.
La visita del Papa a Budapest será de siete horas, ya que el viaje no ha sido considerado visita apostólica si no la participación del Santo Padre a un evento religioso y tras la misa, viajará a Eslovaquía para un visita de tres días.
Francisco y el mandatario húngaro tienen diferencias sobre todo en materia de inmigración, ya que el Papa aboga por la recepción de migrantes mientras que Orbán es el líder de los países que rechazan a los refugiados al considerar que son foco de terrorismo.
En el comunicado del Vaticano no se mencionó la cuestión de la migración entre los temas tratados en la reunión