Lo anunció el jefe de ese polígono y es la respuesta a la OTAN ante la posible autorización a Ucrania de usar misiles de largo alcance occidentales contra el territorio profundo de Rusia.
El polígono de pruebas de armas nucleares de Rusia, situado en el archipiélago ártico de Nóvaya Zemliá, está listo para nuevas pruebas nucleares, informó este martes en una entrevista a Rossíyskaia Gazeta el jefe de la planta, contralmirante Andréi Sinitsin.
"El centro de pruebas está listo para reanudar las actividades de pruebas a escala real. Está listo en su totalidad. El laboratorio y las instalaciones de ensayo están listos. El personal está preparado. Si llega la orden, comenzaremos las pruebas en cualquier momento", declaró Sinitsin, indicando que toda tarea de reanudación de pruebas "se cumplirá en el plazo fijado".
El jefe del centro en Nóvaya Zemliá, de cuya inauguración este año se celebra el septuagésimo aniversario, aseveró que el principal objetivo de la instalación es "garantizar la seguridad del Estado". Rusia no ha realizado ninguna prueba nuclear desde la desintegración de la URSS, por lo que durante más de 30 años el polígono se ha estado utilizando para experimentos con explosivos no nucleares y nuevas armas.
Sinitsin manifestó que a los países occidentales les interesa la actividad que tiene lugar en el centro de ensayos, por lo que "la inteligencia técnica extranjera vigila las actividades en Nóvaya Zemliá". "Sabemos que hay una constelación de satélites trabajando sobre el lugar de las pruebas, que aviones de reconocimiento lo sobrevuelan, etcétera", precisó, agregando que el polígono está "constantemente preparado para repeler todo tipo de amenazas".
El anuncio se produce luego de que el Reino Unido y otros países de la OTAN anunciaran su intención de permitir que Ucrania utilice misiles de medio alcance para atacar el territorio profundo de Rusia.
Si la OTAN permite que Ucrania ataque en el interior del territorio de Rusia con armas occidentales de largo alcance, entonces desatará una "guerra directa" con Rusia, afirmó el viernes pasado el representante permanente ruso ante la ONU, Vasili Nebenzia.
"Esta posible evolución de la situación cambiaría fundamentalmente nuestras relaciones con el bando occidental. Si se toma o se tomará la decisión de levantar las restricciones, significará que a partir de ese momento los países de la OTAN iniciarán una guerra directa con Rusia", declaró.
No solo el diplomático ruso advirtió sobre las consecuencias de permitir que Kiev utilice armas occidentales para atacar el territorio ruso. También el presidente Vladimir Putin mandó un mensaje claro al Occidente colectivo.
El presidente afirmó el jueves 12, en declaraciones a la prensa, que si se tomara la decisión de permitir que Ucrania ataque lo profundo del territorio ruso internacionalmente reconocido con armas de largo alcance, significaría que los países de la OTAN "están en guerra con Rusia".
"Si se toma esta decisión, significará, nada menos, la implicación directa de los países de la OTAN […] en la guerra de Ucrania. Esta es la implicación directa", declaró.
"Y si es así, con vistas a cambiar la naturaleza del conflicto, tomaremos la decisión adecuada en función de las amenazas que se nos planteen", aseguró el mandatario ruso.
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