"Yo no soy una persona temerosa. Pero estoy muy preocupado por mis hijos. Y claro que me duele que mis hijos tengan miedo por mí. No está bien que los hijos tengan que leer que radicales querían secuestrar a su padre", dijo Lauterbach al diario Bild am Sonntag.
La semana pasada, medios y autoridades revelaron un plan de activistas de extrema derecha para perpetrar atentados y secuestrar a Lauterbach como represalia por las restricciones adoptadas por el Gobierno para combatir la pandemia del coronavirus.
Cuatro sospechosos fueron detenidos el jueves pasado en operativos en distintas partes de Alemania en los cuales la policía confiscó armas de fuego, municiones, lingotes de oro y monedas de plata y dinero en efectivo por un valor de 10.000 euros, dijeron fiscales.
Además, se encontraron documentos que detallaban los planes del grupo y falsos certificados de vacunación contra el coronavirus.
Un grupo de chat de Telegram para discutir los planes había sido creado por los complotados, entre ellos presuntos "Ciudadanos del Reich", como se llama a agrupaciones e individuos de extrema derecha que rechazan la legitimidad del Estado alemán moderno.
La ministra del Interior, Nancy Faeser, dijo que se trataba de una "grave amenaza terrorista".
Lauterbach dijo en la entrevista publicada este domingo que estaba decidido a denunciar cualquier amenaza de violencia o asesinato. "Solo en Colonia (ciudad en la que reside) hay actualmente 98 investigaciones iniciadas y en curso, y en 65 casos se ha establecido la identidad de los autores", precisó, informó la agencia de noticias Europa Press.
"Un activista antivacunas que me amenaza con violencia probablemente también esté amenazando a su alcalde o concejal", advirtió Lauterbach.
Para la ministra del Interior, los planes de secuestro de Lauterbach, la preparación de atentados y las fantasías golpistas violentas revelaban una nueva calidad de amenaza en Alemania.
Faeser opinó que el aumento de las causas penales contra funcionarios y los representantes elegidos muestra un desprecio por el Estado y la democracia que exige respuestas contundentes. "Estamos muy atentos. Y no nos dejaremos intimidar", aseguró.