El estado australiano de Nueva Gales del Sur fue literalmente invadido por las ratas y al menos tres personas fueron mordidas por roedores dentro de hospitales, según informó el diario británico Express online. Los habitantes de la zona aseguran que están sufriendo la peor plaga de ratones en décadas después de una cosecha abundante de granos.
Los agricultores de Nueva Gales del Sur señalaron que el "drástico aumento" de la población de roedores fue hallada en enjambres en silos de granos, casas y pajares. Los especialistas indicaron que la invasión se produce ante las altas tasas de cosecha de cereales.
Los expertos asociaron este fenómeno a las lluvias estivales que este año fueron insólitamente intensas en toda Australia oriental, luego de años de sequía. Existe además alarma por la seguridad del agua potable, con advertencias -puntualiza la misma fuente- de esqueletos de ratas que terminan en los tanques.
En las redes se hicieron virales numerosos videos e imágenes que muestran la importancia de la crisis provocadas por esas plagas, que destruyeron los cultivos y el heno almacenado. Además la infestación se agravó por el olor que propagan tanto los roedores vivos como sus cadáveres al pudrirse.
"A veces no queremos entrar por la mañana (a la tienda). Apesta, se mueren y es imposible encontrar todos los cadáveres... Algunas noches capturamos más de 400 o 500 (especímenes)", aseguró espantado Naav Singh, dueño de una tienda en la ciudad de Dubbo.
Matilda Boseley, una periodista local subió a sus redes: "Kaza de Dubbo dice que tiene catorce trampas en su casa, pero eso aún no es suficiente para frenar la infestación de ratones. Ella fue a comprar más, pero están agotadas en las tiendas".
Los medios locales informaron que solo un par de ratas puede generar una media hasta 500 crías en tan solo una temporada. Los programas intensivos con trampas hasta ahora han tenido poco éxito contra la infestación, y los lugareños esperan que las fuertes lluvias que se esperan ahoguen a los ratones en sus madrigueras.
Soluciones para combatir la infestación
Los granjeros australianos instan a las autoridades estatales a dictar medidas de urgencia para hacer frente a la plaga, en vista de que los programas de cebos masivos han tenido poco resultado. Así, James Jackson, presidente de los agricultores de Nueva Gales del Sur, aboga porque se permita a los rancheros recurrir a un pesticida para matar roedores conocido como fosfuro de zinc para acabar con la plaga.
Los supermercados se han visto obligados a almacenar alimentos en contenedores sellados, además de vaciar las trampas llenas de roedores, así como barrer sus excrementos y tirar los productos que han sido tocados por los animales antes de abrir los negocios.
Los damnificados buscan recibir apoyo financiero para superar las costosas consecuencias de esa lucha. Adam Marshall, ministro de Agricultura de Australia, resaltó que todavía no se sabe cuáles serán los métodos más eficaces para contener la infestación. "Me he reunido con frecuencia con los agricultores de Nueva Gales del Sur para tratar ese tema, y en nuestra última reunión no hubo ninguna sugerencia clara sobre cómo podemos abordar el problema", aseguró el funcionario.
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