“El miércoles volaremos un avión hacia el Capitolio. Soleimani será vengado”. Esta fue la amenaza que recibieron los controladores aéreos de Nueva York, Estados Unidos, el pasado lunes. El audio hace referencia a Qasem Soleimani, general de división iraní, asesinado el 3 de enero de 2020 en un ataque con dron estadounidense ordenado por el presidente Donald Trump.
El alarmante audio se conoció mientras el Congreso se preparaba para contar los votos del Colegio Electoral en Washington este miércoles. Se cree fue diseñado para sugerir un ataque durante esos procedimientos.
Tras la revelación del audio, el Pentágono, el FBI y la FAA (Administración Federal de Aviación) de Estados Unidos, consideraron que la amenaza no sería cierta. “Vamos a volar un avión hacia el Capitolio el miércoles. Soleimani será vengado”, se escuchó decir en el mensaje que se transmitió sobre las frecuencias de radio utilizadas en el tráfico aéreo de los EE.UU.
No obstante, los expertos en aviación consideran como un riego la intrusión del mencionado audio en las frecuencias de radio, ya que ello podría afectar las instrucciones que reciben los pilotos en cuanto a cómo y dónde vuelan los aviones.
Qatar: Estados árabes levantaron el boicot de más de 3 años
Cabe recordar que el pasado 3 de enero de 2020 y por orden del presidente estadounidense Donald Trump, un ataque con drones pulverizó los dos vehículos donde se encontraban Qasem Soleimani, artífice de la estrategia iraní en Oriente Medio, y Abu Mehdi al Muhandis, comandante iraquí de Hashd al haabi.
Por lo tanto, al cumplirse el primer aniversario del asesinato por parte de Estados Unidos del general iraní Qasem Soleimani y su lugarteniente iraquí, dos ex jefes del Mossad y un ex jefe del Consejo de Seguridad Nacional dijeron a medios internacionales que Irán probablemente vengue la muerte de uno de sus más altos funcionarios después de que Joe Biden asuma su cargo como presidente.
De acuerdo con Shabtai Shavit, ex director del Mossad, “la paciencia de los iraníes es interminable” y que la muerte de Soleimani y Fakrhizadeh en 2020 fue “un doble golpe contra su actividad militar en el Medio Oriente” del que no se ha recuperado.