Aelita Andre tiene cinco años y está en Nueva York para exponer cuadros que se venderán por cantidades de cinco cifras. La niña prodigio australiana que ha sido comparada por los críticos con Jackson Pollock, Dalí y Picasso, inaguró el martes su segunda exposición individual en la ciudad estadounidense.
Se titula Secret Universe (Universo secreto) y estará en
cartel en la galería de arte contemporáneo Agora, un local chic y de
gran reputación en el barrio de Chelsea.
El año pasado, los 24 cuadros de su primera exposición, The Prodigy of Color (El prodigio del color), se vendieron en la primera semana por 27.000 dólares en total, unos 31.500 euros. Las piezas más baratas costaban 3.500 y las más caras, 8.000.
Secret Universe demuestra, dicen desde la galería, la "riqueza" de la imaginación de la niña y sus capacidades para pintar de una manera totalmente "intuitiva".
Los organizadores prepararon un vídeo en el que Aelita Andre aparece pintando, casi siempre con las manos o mediante técnicas de salpicaduras con pinceles empapados de pintura acrílica, como las utilizadas por Pollock. Al igual que éste, la niña australiana trabaja sobre el suelo.
En algunos de los cuadros de la exposición ha pegado juguetes: dinosaurios de plástico, mariposas, pingüinos.
"Aelita crea capas y remolinos de salpicaduras de pintura y utiliza
brillos de neón iridiscente para crear un complejo cinético. Sus ritmos
estructurales son inconfundibles y completamente instintivos, lo que
refleja una comprensión de la composición que está mucho más allá de su
edad. Su arte es complejo pero accesible, sofisticado aunque sin guía, y
comunica una emoción que anima a la audiencia a dejar que surja su
propio niño interior", añaden.
Nacida el 9 de enero de 2007, Aelita Andre, que vive con sus padres en Melbourne (Australia), es hija de artistas: el australiano Michael Andre y la rusa Nikka Kalashnikova —que es la agente de la artista infantil—. Los padres afirman que la cría empezó a pintar porque los veía a ellos haciéndolo. Cuando tenía 22 meses, llevaron uno de los cuadros a un especialista, que se quedó pasmado e incluyó obras de Aelita en una exposición colectiva.
Fuente: elmundo.es